Me ha llegado
un sabotaje de mi propio YO.
En esta
última semana se empieza a escuchar la palabra SABOTAJE, para lo cual es
importante conocer el concepto de acuerdo con el DERECHO JURÍDICO que lo define
“como aquel acto
delictual, y deliberado, en que se daña o destruye, bienes públicos o privados,
con el objeto de anular su funcionamiento, o derechamente ponerlos fuera de
servicio”, el mismo que va ligado con lo ético y moral.
Un problema
muy serio que el hombre enfrenta a su realidad, de vivir el hoy con todas sus
perspectivas lógicas, técnicas, probabilísticas, sensatas, para poder tomar una
decisión sin hipótesis ni culpabilidad de una segunda y tercera persona. Para
lo cual se necesita discernimiento de la historia del hombre, desde su
concepción, vida familiar, adolescencia, vida profesional y adultes. Lo cual permite despejar las dudas y tener
una claridad al mensaje que una persona da a una colectividad o pueblo en
general.
Por lo
general el sabotaje externo, empezando por la familia, para luego atacar a la
sociedad en general, tiene su origen en no sembrar la palabra, no sembrar la
semilla del amor, el no recibir como respuesta la palabra NO, como muestra de
amor y de aprendizaje, para enfrentar a una sociedad con una diversidad de
conocimientos y sus propias verdades.
Frente al conocimiento cognitivo de procesar la información e interpretarla en
el entorno social para determinar la esencia de SER, se debe unir con el
conocimiento de familia, el procesamiento de lo ético y moral, lo cual destruye
los sabotajes del propio SER, caso contrario se abre caminos a otras metas, de
romper paradigmas bajo la perspectiva de una inteligencia. Esto permite
enfocarse en el YO, como primera persona, resolver problemas sociales,
matemáticos o técnicos, generador de investigaciones como un aporte, pero sin
sabiduría, porque desaparece la esencia de la creación de Dios, a imagen y
semejanza.
Hablar se
sabotaje, no es expresar una palabra de forma fortuita, a la ligera o la
emoción, se presenta por encima de lo ético y moral, es una palabra que lleva
la esencia de un autoritarismo, de identificar quien tiene el poder y puede
tomar una decisión. Lo que conlleva a tener un circulo de la adulación, con un final
en corto tiempo, del declive de un poder efímero.
Es importante
identificar que un sabotaje contra el hombre trae consigo un resultado de no
discernir, perder el raciocinio de la vida dentro del contexto de un
crecimiento personal como social, para el desarrollo de un pueblo. La pregunta
es ¿Que se aporta a la sociedad para que haya un valor agregado en el
florecimiento de la educación y se transforme en un emprendimiento?, con la
mira de pasar a una empresa familiar.
El hombre
debe cuidarse primero del sabotaje personal, como personas, ser humano, de no
caer en comportarse en una máquina de generadora de servicios, proveedor de bienes
materiales, el comunicador de la verdad como un todo a la presencia de una
inteligencia artificial, del procesamiento de la información a una conveniencia
de construir una TORRE DE BABEL.
Que hacer
frente a esta realidad, que el hombre siempre termina culpando al otro por los
fracasos y las consecuencias de una decisión. Es comprender cuando la
inteligencia de hombre se posiciona como la raíz del razonamiento lógico y
cognitivo, para hacer camino y dejar huella. Bajo mi perspectiva debería unirse el
conocimiento científico, el conocimiento de familia, para un solo objetivo de
obtener sabiduría. La ciencia con Dios debe ir juntos, en la formación de familias
cimentadas en la fe, en la moral, lo que va a permitir que no sufra un sabotaje
de fuerzas externas y destruyan la fuente de la vida.
El hombre por
su naturaleza de ser creado a imagen y semejanza de Dios debe mantenerse firme ante los huracanes,
lluvias, tormentas, terremotos, etc., con el fin de evitar un sabotaje de conciencia,
identidad, seguridad de si mismo, por una espiritualidad de la maldad, de un egoísmo
de vivir para si mismo, sin el amor de dar, servir.
Debemos
preocuparnos de que el hombre luche, sueñe, que tenga nuevos retos, porque si
deja que le invada la negatividad, donde desaparece el liderazgo, ya sin norte,
se da el sabotaje de identidad, el cansancio intelectual de no poder frenar el
odio.
Si hay un sabotaje
en el interior del hombre, habrá un pueblo sin discernimiento, sin norte, donde
el hombre es Dios.