domingo, 31 de diciembre de 2023

 

La familia y los Emprendimientos

 

Empezamos un nuevo año, empiezan los buenos deseos, y la vida no es así.  Sí deseo que me vaya bien, debo dar un giro, el timón de mi barca debe girar al norte, para cumplir con mi sueño, con el objetivo trazado., Pero siempre que el Hombre desee el cambio, en su libertad y su libre albedrio lo hará. Sí no es así, sin norte, sin Dios, seguirá en su propio territorio que le tengan pena y recibiendo los buenos deseos, morirá esclavo de sus propios miedos, culpando a Dios de su mala suerte,

 

Motivo por el cual la importancia la Familia dentro de los emprendimientos, la esencia y su rol que marca para tomar una decisión, que la brújula marque el norte.  Es importante conocer el concepto de familia desde el punto de vista de la Iglesia Católica “Todos ustedes cónyuges, formando su familia, con la gracia de Cristo han hecho esta elección valiente: no usar su libertad para ustedes mismos, sino para amar a las personas que Dios ha puesto a su lado” y su santidad Juan Palo II expresa “La familia es el corazón del Amor”.  Con estos dos conceptos de vida para construir familia, se basa en el amor, que no es otra cosa de morir a la razón, para que el otro sea feliz.

 

Con esta primicia podemos ya definir el rol de la familia dentro de los emprendimientos, que, a más de nacer por una necesidad, el rol principal del emprendimiento es de dar un servicio de índole cualitativo como cuantitativo, para lo cual debe haber el amor al prójimo, de morir a mi propia razón, a mis conocimientos, para emprender ya no en la necesidad propia, si no en la necesidad del otro, la necesidad del barrio, o la necesidad de la ciudad.

 

La Familia es de suma importancia en que florezca el emprendimiento, porque es en el seno, la cuna donde se aprende a soñar, a fortalecer las habilidades, sobre todo aprender a recibir la palabra NO, que significa que no lo tengo todo, que las limitaciones te hacen ser creativo, te enseña a compartir lo poco que se tiene, se aprende amar.

 

La familia es la escuela del aprendizaje para poder enfrentar a la sociedad, son los cimientos para fortalecer la identidad, de tener la certeza que se aprende a soñar y ser competitivo. Una competencia de valores, que gana una guerra con la sabiduría de la verdad, que el hombre le tiene miedo y no la puede enfrentar.

 

La estructura de la familia permite al niño formarse en seguridad, que más tarde servirá esa misma seguridad para tomar decisiones sin el miedo que le domine. Más bien tiene la certeza que si se equivoca, toma una acción correctiva; si se cae, se vuelve a levantar; si le traicionan, vuelve a confiar con una nueva oportunidad, simplemente creando un liderazgo de competencia en equipo, de enseñar a llegar a la meta.

 

La importancia del emprendimiento es saber determinar la estructura de la familia con su respectiva identidad, de poder identificar un objetivo para lanzarse al vacío, a un nuevo camino de romper paradigmas. Significa de tener bien claro a dónde quiero ir, visualiza la distancia de llegar a la cima, de que no hay tiempo de mirar atrás, hay reflexiones, respirar y tomar coraje para seguir construyendo camino. Cae una lagrima, de la alegría del esfuerzo, constancia, paciencia, tomar la decisión en el momento oportuno. Es el aprendizaje de la familia, de caminar con huella.

 

Al hablar de emprendimiento estamos comunicando amor, servicio, que mueres a la razón, morir a sí mismo, para el otro, el hijo, pueda vivir, pueda alimentarse de la esencia de la madre, del cordón umbilical que une: amor y confianza, seguridad y decisión, dolor y alegría. Ciclos de la vida que se aprende a morir a cada instante para recibir, un nuevo ciclo, nuevas oportunidades, nuevos retos cobijados de la esencia del amor. Este amor se lo aprende y se los vive en la cuna de la familia.

 

Ojalá el hombre pueda despertar de un falso sueño, para defender a la familia, que no se divida, defender la vida y dar vida a la vida, que son los hijos, los mismos que reflejan la estructura familiar. Los cimientos para saber que hay la esperanza, que baja al hoy, para despertar la esencia del amor, el requisito primordial para emprender.

 

El emprendimiento es la imagen de la familia: ser o no ser, extender la mano de sinceridad o recibir el beso de Judas. El emprendimiento tiene la verdad, es temida por el hombre de enfrentarse a la verdad, nacerán las críticas, la envidia, etc. Significa que el emprendedor va por buen camino.

 

Éxitos, un nuevo año de decisiones, de coraje y vencer los miedos, apoyados en Dios

lunes, 25 de diciembre de 2023

La identidad en los Emprendimientos

 

La importancia de hablar de la identidad dentro de los emprendimientos, si Willan James (1890) nos indica “la identidad personal es el sí mismo. El sí mismo incluye las posesiones materiales del individuo, el sí mismo social y el sí mismo intrapsíquico” Da a entender que lo que tengo como mío, dentro de lo material o mí mismo cuerpo, las emociones y lo espiritual. Estos tres puntos muy importantes para poder emprender, que es ignorado por el hombre, una causa primordial para que muera un emprendimiento.

 

El ser humano al momento de nacer, nace con un cuerpo que pasa hacer de su propiedad, y los padres van alimentando información, creando una identidad, que se va diferenciando de los demás, siendo única. Esto permite a más de la formación intelectual, de la experiencia que va adquiriendo desde su niñez, de sus primeras travesuras hasta la adolescencia, luego la decisión de escoger ya una carrera, una profesión, la misma le servirá para formar un hogar, llevar el pan a casa. Es decir, aprende un oficio, el mismo que puede ser del sector público, se olvida de emprender. La otra alternativa el trabajo en el sector privado, una minoría decide emprender y resto se queda hasta la jubilación.

 

Pero qué pasa cuando el niño no recibe información desde la casa, familia, en función directa de ¿Quién es? Va a contrastar la información recibida de casa con el mundo exterior, si los padres no cimentaron la información sobre la roca (Dios).  El mundo se lo absorbe, al niño, joven, quedándose con la información externa y se crea un problema, no hay el equilibrio entre conocimiento de familia vs el conocimiento externo (científico, intelectualismo, sectas, charlatanería y más). Esto permite que mueren los sueños, mueren sus ideas de ser, muere la resiliencia, quedándose en una vida vacía, sin identidad.

 

El no tener sentido a la vida, no tiene idea de crear, de emprender, ir a lo desconocido, que saldrá del túnel del emprendimiento. Cuando tenga la certeza de creer en sí mismo que es capaz de romper paradigmas, creer en su emprendimiento, creer que se levantará de mil caídas, creer que tendrá la constancia de no sucumbir, creer que estará solo, solamente con su sueño y su confianza que está en el camino correcto.  Son realidades que la sociedad lo ignora para ser emprendedor, que está en relación directa con su identidad: de familia, de estudiante, de profesional, de padre, de familia y la más importante de saber ¿quién es Dios en tú vida?

 

Sí como persona no puedes con lo tuyo, lo esencial para vivir que es el cuerpo, un cuerpo con vida, de saber disfrutar de la creación, de soñar, de crear un producto para cubrir la necesidad de una familia, un pueblo, una ciudad. En definitiva, que el cuerpo sea productivo, no dañarlo con drogas, aborto, y mucho más. Si el cuerpo está dañado como puedes crear, emprender, ser feliz.

 

Es tan profundo decir que estoy emprendiendo, porque involucra todas las emociones, significa que las decisiones a tomar no pueden ser ´por paciones. Se involucra tú identidad de saber ¿quién soy yo? Porque son decisiones que se toman y no hay marcha atrás, sabemos que solamente el 1% son decisiones conscientes que se dan al día.  La importancia que se debe involucrar la familia (esposo, esposa, hijos) para ejecutar una orden, ejecutar una directriz en el emprendimiento. La decisión no es aislada del entorno familiar.

 

La última parte de la Identidad tenemos la parte espiritual, es la esencial para que un emprendimiento pueda florecer. Saber y que sea determinante ¿quién es Dios en tú vida? De aquí depende el norte que se trace en el emprendimiento para que florezca y de fruto.  El emprendimiento en su primera fase depende totalmente de la sabiduría, luego entra la inteligencia.

 

Sin sabiduría no podemos tomar decisiones sin que dañen a terceros que es la familia (esposa e hijos). La sabiduría nos llega de Dios, pero como tenemos el libre albedrío de escoger, de expresar Si o NO. Depende de uno, pero por experiencia en el prendimiento debe estar Dios, si deseas llegar a la meta. 

 

Llegar a la meta es vencer a tú primer enemigo que ERES TÚ.

 

  


martes, 19 de diciembre de 2023

 

Como nace un emprendimiento

 

El emprendimiento nace por la carencia de capital, circulante para cubrir las necesidades básicas de la familia. Implica que la misma carencia hace a la persona sea creativa, empiece a buscar oportunidades para crear un producto, cuyo valor agregado es satisfacer la necesidad del mercado, de las familias.

 

El emprendimiento nace cuando tienes la necesidad y creas la oportunidad, para fortalecer las potencialidades, que serán las fortalezas y poder enfrentar al mercado. Esto permite que el emprendedor empiece a trabajar en su mente: ¿Qué hacer?, ¿Cómo lo hago?, para poder realizar las alianzas estratégicas.

 

La resiliencia que se lleva dentro, que corre por las venas, son la esencia del Emprendedor, para vencer los miedos, que permiten fortalecer la identidad de emprendedor, para enfrentar a la palabra No.

 

 El tener el No, nos permite planificar, realizar el plan de negocios, para conocer la segmentación del mercado, identificando a que nicho de mercado se va a cubrir y el plan estratégico, para conocer ya la radiografía del emprendimiento, para poder tomar una decisión, que siempre traerá las respectivas consecuencias.

 

El emprendimiento nace, como ya se indicó, de vencer los miedos para romper paradigmas, de votarse al vacío, de mirar la perspectiva de construir la empresa familiar, reactivar la economía, generar fuentes de trabajo. Hasta ahí muy bonito, pero toca analizar las debilidades del emprendimiento.

 

Una de las debilidades más peligrosa es no ser constantes en el sueño de emprender, de no vencer los obstáculos que Dios pone en el camino, para ver y sentir el coraje que si se puede. Una frase que movió a todo un país. Ese mismo coraje debe mover al cuerpo, de levantarse de mil caídas, de mil tropiezos, para empezar a subir un peldaño.

 

Para ser constante significa que puedo dominar las emociones y no tomar una decisión en esa circunstancia, caso contrario el emprendimiento se cierra definitivamente, quedando como un fracasado. Este mismo fracaso por lo general lo entierra al emprendedor, y empieza a trabajar la resiliencia que se la obtuvo dentro del seno de la familia, para levantarse y volver a empezar de nuevo.

 

El volver empezar de nuevo, significa que has aprendido de la primera caída, que volviste aprender de la segunda caída, que volviste aprender de la tercera caída, Se lo llama constancia, coraje, resiliencia de la vida. En definitiva, es obtener el doctorado de la Universidad de la vida, con la especialización de saber compartir, de servir al otro.

 

El emprendimiento nace cuando verdaderamente te has conocido, sabes ¿Quién soy yo?, que no puede existir las mentiras piadosas de decir ya soy un emprendedor. Porque durante el camino te vuelves a caer y no te levantas. Te has mentido a ti mismo. Puedes decir ya me he levantado diez veces, porque no puedo ya llegar a la meta. Porque todavía no ha muerto el hombre viejo, sigues emprendiendo con esa malicia de la envidia, de una soberbia, que no te dejan ver el horizonte, el norte, la meta. Porque le tienes miedo a la muerte y no eres libre, el emprendimiento no florece.

 

El emprendimiento nace verdaderamente cuando ya en el corazón no existe la envidia, no existe las pasiones de querer SER, más bien existe el servicio de DAR, de conocer ya el mercado con sabiduría, ya no solamente con inteligencia, con el conocimiento científico. Pero sí realizando la primera alianza estratégica que Dios es el centro de todo, la luz de dar vida a la vida, de saber escuchar el lenguaje de Dios y mirar la creación de Dios.

 

Emprender parece fácil, cuando solo miras, no ves. Cuando oyes, pero no escuchas la voz de Dios. Verdaderamente nace el emprendimiento cuando se vuelve a nacer en Espíritu.

 

lunes, 18 de diciembre de 2023

 Tercer domingo de Adviento GAUDETE (el gozo y la alegría)

 

El desconocimiento total que tiene el hombre, acerca de que es la felicidad, como llegar a la felicidad.  La Iglesia nos da en este tercer domingo de adviento, el día de alegrarse, estar alegres en medio de los sufrimientos, de las adversidades que se vive a diario.  Es el tiempo de esperar, que llega el hijo de Dios, pero necesita que el hombre abra el corazón, que muera a la razón y pueda nacer Jesucristo en este cuerpo mortal.

 

El problema radica cuando el hombre busca la felicidad si querer sembrar amor, se queda en el egoísmo sustancial, de perderse en las pasiones, para, absorber, una alegría efímera, por una decisión sin sabiduría, en la búsqueda incesante de encontrar el amor, un amor de espejismos.

 

Cuando el hombre se queda en los espejismos, entra a vivir una muerte del ser, de no poder entender el sufrimiento, como el camino real para llegar a la alegría, al gozo. Es decir, debe existir la esperanza que llega, que se abre la cortina para experimentar la luz, el gesto de dar, compartir, de labrar la tierra, listo para sembrar el grano de amor.

 

Preparar la tierra significa, que el hombre está listo a morir a la razón, el sentimiento de soberbia, que se lo lleva como impronta, que muere cuando se puede discernir, que la vida es vida, dejas que Dios pueda nacer en tú interior, en la propia razón, para dar el fruto de la misericordia, que los pasos generados en el caminar, se conviertan en huella. Donde Dios es la alegría perpetua del hombre, la felicidad en los acontecimientos, en el sufrimiento que se dieran, sin la malicia del hombre.

 

Que la vida se encuentra en la simplicidad total, en la sencillez de los actos, por ejemplo, el beber un vaso de agua del prójimo, disfrutar en el paladar la dulzura real de la creación, que es la vida. Disfrutar del abrazo del padre, hermano, amigo, que expresa más que la propia palabra, el acto de seguridad, de confianza, de esperanza, que la vida es de altos y bajos. Que debemos saber esperar, que todo cambia, que morimos y resucitamos, para tener nuevos sueños, nuevos caminos.

 

La felicidad no se la busca, se la encuentra en la FE, en la noticia que Dios es amor en el sufrimiento de la enfermedad, la vejez y la muerte. Un trípode donde se apoya el hombre, para mirar a los cuatro vientos, la creación de Dios que lo pone a disposición del hombre, para que sea feliz y viva de los frutos de la tierra. Pero hay, el, pero, un, pero, de enfrentarse al miedo, al razonamiento ilógico, si debo o no trabajar, lo tiene que hacer otro. Nace el valor mercantilista, el poder de SER, la esclavitud del propio hombre, matando los sueños, quedando un hombre sin identidad.

 

El hombre sin identidad no puede ser feliz, vive del miedo, creando la cortina de humo, de ser lo que no es, una falsa mirada, la alienación de su propia vida, destruyéndose en sí mismo, el daño moral al cuerpo, de crear una identidad de muerte, de expresión de un espejismo, de una vida vacía, sin norte, sin el sueño de querer llegar a la meta.

 

Llegar a la meta, es decir SI a Dios, decir sí muero a mi razón, a mis proyectos, para dar vida al otro. El otro es Cristo. Una pedagogía no entendible para la inteligencia, porque sobresale la soberbia, de ser Yo. Sí la alegría está en dar, ayudar, cuidar, al prójimo.

 

¿Quieres ser feliz?  Muere a tú razón, muere a ti mismo. Aprende a llegar a la meta, construir familia, de vivir la alegría de Dios.

lunes, 11 de diciembre de 2023

 Un emprendimiento en tiempos de guerra.  

 

Estoy de terminar mi libro sobre emprendimientos y deseo compartir su concepto real, como base el emprendimiento personal que, va a cambiar la vida, dentro del aspecto material como espiritual.

 

Partimos del concepto Andy Freire que define al emprendimiento ES SER UN GRAN DETECTOR DE OPORTUNIDADES E IMPLICA HACER ALGO CON ESA OPORTUNIDAD QUE SE DETECTA, PARA QUE SE HAGA REALIDAD.  Lo tomamos como ejemplo porque mira al emprendedor como el que sabe aprovechar la oportunidad del momento, basado en el caminar diario, que son caídas, tropiezos, lagrimas, impotencia de no saber qué hacer, en momentos muy difíciles que la vida nos pone y debemos tomar una decisión.

 

La pregunta es cómo saber determinar la oportunidad que te da Dios, es en el momento de estar solo a sola, la meditación espiritual y personal, cerrar los ojos, empezar a mirar, ver todo el contorno donde has caminado, has dejado huella, pero la brisa o el viento lo borra todo y toca volver al inicio, volver desde cero. Te imaginas Julio Verne en 1865 publica la obra “De la tierra a la luna” en su mente que miro, y como percibió la oportunidad, fue un loco soñador de preguntarse qué hay más allá del propio cielo, donde miro, observo, cuantifico, y actuó. 

 

Para una decisión se debe vencer los miedos, no se pueden eliminar, pero si dominarlos. Dominar al miedo depende de la seguridad de tú propio sueño, de creer que, si puedo, pero, con la ayuda perfecta que Dios dio al hombre que es la mujer. Bajo esta perspectiva el hombre y mujer forman una familia, un solo cuerpo, pero dos razonamientos, dos vivencias y sola bendición de Dios, para entrar en lo desconocido de emprender en una familia, de dar soluciones diarias con respecto: Alimentación, enfermedad, muerte, que son las tres fases que el hombre debe enfrentarse que no las puede obviar. Ahí están las oportunidades, donde el miedo no debe dominar por más duro que sea el problema, siempre habrá una solución, es no perder la Esperanza.

 

Pensar que, en una enfermedad, en un cáncer, el propio Covid-19 que nos tocó vivir, aún tenemos las secuelas de este virus. Hay oportunidades, que puede ser una locura, sí, porque es una decisión incierta que estas solo, donde no entra la parte monetaria para la solución. Es la comunicación, de mirar todo el entorno, la estructura de la familia, conocer las debilidades y fortalezas de cada integrante, que el momento de tomar una decisión que no salgan afectados los más débiles.

 

La decisión tomada para que sea efectiva, debe ir acompañada de sabiduría, lo que permitirá un equilibrio entre la soberbia de un intelectualismo que lo sabe todo, que genera un egocentrismo, de mirar al otro como inferior, frente a una humildad que se presenta cuando ves al otro como superior a ti. Esto permite que nazca el servicio, en cubrir una necesidad del prójimo, del otro. Te permite ver con los ojos del alma y puedes visualizar la necesidad real. Es la oportunidad que se debe convertir en un producto.

 

Parece fácil, la teoría te lo hace más fácil, pero no te deja soñar, la oportunidad se esfuma, y se lo ve como un problema, un sufrimiento, se crean los monólogos: “Si tuviera dinero”, “Soy pobre”. Letanías que el hombre se pregunta y se responde, abriendo la puerta al abismo de la mía culpa, porque el hombre se convierte en esclavo de sus propias pasiones. Donde ya no piensas, solamente actúas.

 

Es la debilidad del emprendimiento, muy serio, porque la familia y las universidades, han dejado de cumplir su rol primordial. La familia se transformó en un rol mercantilista, que el hombre luche por SER, tener fama y dinero, pero sin servicio, sin amor, desaparecen los valores de honestidad e integridad. Mientras que la universidad también se convirtió en el conocimiento mercantilista, que debes tener cuatro títulos: Profesión, especialidad, maestría, doctorado.

 

Un título no crea emprendimiento, genera decepción, depresión, porque el conocimiento está solo, no se une a la familia, donde formas tú identidad, valores y un emprendedor. Un loco soñador. 

 

El reencuentro  Miguelino Nro2, promoción 1975-1981

 

El día 8 de diciembre del presente año nos reunimos en la ciudad de Catamayo, los alumnos de la primera promoción de la Escuela Miguel Riofrío Nro 2. El reencuentro de la promoción 1975-1981, que han pasado 42 años, para volvernos a ver. El rencuentro de la niñez a una vida adulta, un promedio de edad actual entre 54 y 53 años.

 

Un reencuentro de nueve amigos, con sus respectivas profesiones, desde abogados, médicos, Ingenieros comerciales, economistas, periodistas deportivos, Ingenieros agrónomos, militares. Un trabajo público y privado, que han podido aportar a la ciudad de Loja con sus conocimientos.

 

Lo que fue una vez, unos chiquillos, el juego de las canicas, los trompos, las cometas, etc. Que se estaban forjando los sueños, lo que sería después de cincuenta años. El niño que en su momento se preocupaba de jugar y estar a lo que digan nuestros padres. Hoy que en su mayoría somos padres, salvo con algunas acepciones, también abuelos, que pueden reunirse entre tres y cuatro generaciones (bisabuelo, abuelo, padre, hijo).

 

Hasta ahí queda la niñez, nos toca redactar lo vivido en el reencuentro de la camaradería, donde se empezó entre una cerveza, una guitarra, y los famosos chistes, o la broma con picardía. Se tomando confianza, un poco tímido, pero entre cerveza y cerveza, la timidez se liberaba y comenzaban a contar las anécdotas.

 

Comenzó mi sargento primero en servicio pasivo, de cariño se le bautizo como mi Teniente, mi comando, con su voz de un rugido de león, contaba que se encontraba en instrucción al personal militar y grito con su voz fuerte. “TERMINASTE BABOSO”, nuestro compañero el abogado se encontraba llevado el vaso de cerveza a su boca, para refrescarse del calor y disfrutar de la reunión, que, al escuchar esa voz, varonil, el pobre abogado de una alzada, de lo trago, con su voz refinada dijo, “Termine”, pero se le salían los ojos y se puso colorado de escuchar esa voz. Mi teniente se percata y le dice, no le estoy diciendo a usted abogado, era mi anécdota. Fue la risotada y se empezó a vivir la confraternidad.

 

Como buen Lojano, salieron los artistas escondidos, y dieron su repertorio de una música romántica, los clásicos de los años 70 y 80. Al escuchar la canción salía el suspiro de lo que fue, de lo que no fue, y lo que se quedó en el ayer. Se escuchaba una voz, que canción del carajo. Por favor sirva, sirva, que no se desperdicie la música.  Cuando acordamos nuestro compañero con la pinta Charlton Hesto, se desapareció, se lo buscaba, cuando se escucha desde la concina al pequeño gigante de la canción, que se encontraba picando la costilla para preparar la fritada. ¿Qué apostamos? que él, pana, se encuentra a 300 metros, está hablando con la pelada, con la auxiliar de hogar. De nuevo la risotada, la picardía de alargarlo y decirle, mis respetos mi pana, mi brother, se alcanza para dos. Como todo buen caballero, no, no. Son alucinaciones de ustedes, sigamos con la alegría.

 

Preguntaron al profesional de la materia, que es bueno o malo. Primero hay que endulzar la boca con un vaso de pilsener, para refrescar los conocimientos, y cuando estaba para dar su criterio, se escucha la canción “YO NECESITO” de Paolo Salvatore, y se cantó, todos a una misma voz, la canción de algún amor de colegio que vino al recuerdo. Nos quedamos con la duda entre lo moral, lo ético y la pasión.

 

La alegría de estar viviendo el reencuentro, de cantar y vivir lo vivido, escuchando la música del ayer, la música que nos trasladaba a una vivencia, De pronto se escucha una voz que grita “YO SOY HOGAREÑO” y lo repetía, como unas cinco veces que lo gritaba. Como buenos compañeros lo felicitábamos, que hoy en día no hay ese hogareño, Nos vuelve a contestar, pero soy hogareño “DE HOGARN EN HOGAR”. De nuevo la risotada y decirle mis respetos.

 

Ya seriamente, vivimos el compañerismo, de construir amistad, de conocer la historia de cada uno, dar gracias a Dios, que tenemos una familia, una responsabilidad para aportar a la sociedad y se pueda desarrollar. Eso vivimos, una reunión con altura, con el respeto que nos merecemos, como el timón de un barco, de navegar por nuevos caminos, de romper paradigmas. Una reunión de motivación, para contar a nuestros hijos que hemos podido reunirnos luego de cuarenta y dos años.  

 

Los demás redactado una ficción de ponerle salsa y reírnos al leer estas líneas, que la vida es vida, porque sabemos reírnos de uno mismo, conocernos, saber “QUIEN SOY”. De preservar esta amistada que ha nacido.

 

Un fuerte abrazo Miguelinos.

martes, 5 de diciembre de 2023

 

Tiempo de adviento, tiempo de conversión

 

La importancia de rezar, la importancia que el hombre pueda vivir la experiencia de tener una intimidad con Dios, de estar solo a sola. Volver a empezar una nueva vida, una vida de conversión, un   nuevo hombre de Espíritu, para estar preparado para la segunda venida de Jesucristo, que será el juicio final.

 

Este tiempo de Navidad, de vivir la esperanza que viene el Señor vestido de majestad, vestido de poder, para ejercer un juicio, el juicio de las obras de la misericordia, vividas con el prójimo. Para lo cual debemos vivir con la palabra, la palabra en la comunidad, la palabra de la liturgia, la liturgia de la Navidad, la misa de gallo, que significa en primer lugar la negación de Pedro, que se refleja la negación de nosotros, frente a las concupiscencias del mundo, donde el hombre cae esclavo de sus propias debilidades.

 

Es tiempo de entrar a una verdadera conversión, ya no gritar pidiendo la libertad de Barrabas, el personaje que el pueblo de Israel libero. El grito a los cuatro vientos que sea libre Barrabas, libre, crucifícalo a Jesucristo, a pesar de no encontrar delito alguno. Se dio el lavado de manos, yo no te condeno son ellos, los otros. Poncio Pilato se encontró con la verdad, pero pudo más su idolatría y enloqueció, de haber matado a un inocente.

 

En nuestras vidas se refleja en el diario vivir, de liberar a Barrabas, un hombre que buscaba la justicia social, “Soy Yo”, el egoísmo en primea persona, dejando morir al Espíritu Santo y tener una vida sin sabor a Dios, una vida de mundo. Pero hay una señal que Dios envía al hombre, el vivir el tiempo de “Adviento”, la llegada de Jesucristo victorioso, vencedor de la muerte, para que el hombre sea libre, ya no esclavo del pecado. Empezamos a vivir un recogimiento en oración, de poder descender, donde tienen que morir todos nuestros deseos de la carne y volver a subir un hombre resucitado, libre, libre en albedrio, en una libertad de actuar y pensar.

 

Cuando será la segunda venida, no lo sabemos, pero nos invita a estar atento, que llegará en el momento menos esperado. Este proceso de conversión es muy importante dentro de la vida del hombre en la tierra, porque llegará la muerte física, nuestra alma sube a la presencia de Dios, para ser juzgada, quien permitirá entrar al cielo o al infierno. La sabiduría que el hombre le dé a la vida terrenal, que hay vida eterna, que el cielo será de los pobres de espíritu, de los que verdaderamente le gritemos a Dios, su ayuda, de salir del pecado, de la muerte del ser.

 

En esa libertad que tiene el hombre, de escoger verdaderamente el poder, entrar al cielo, de construir con los cimientos de Jesucristo resucitado o los cimientos del mundo (oro, plata, etc.) Cuya obra deberá ser pasada por el fuego. El fuego es el amor de Dios.

 

Este tiempo de adviento es eso, el tiempo de saber esperar, tener la certeza que viene, llegará, para lo cual hay que entrar a coger aceite, encender las lámparas, tener luz, para enfrentar a las tinieblas, con las armas que nos la Iglesia: Oración, ayuno y limosna. Habrá la persecución, en este camino de iniciación cristiana, llegaran las tribulaciones, como el falso testimonio, el no recibir coimas, hablar con la verdad, sí, sí o no, no, etc.

 

 Seguir a Dios, es cargar la cruz, ponerse de tras de Él, el camino que se debe alumbrar para que el prójimo vea y pueda saborear de la misericordia, se fortalezca la elección y se anuncie la palabra de Dios.

 

El tiempo de adviento, que vivas, que necesitas de Dios, y que etas en vela.

domingo, 3 de diciembre de 2023

 Empezamos a vivir el Tiempo de Adviento

 

 

El adviento tiene su significado de “Llegada”. ¿Pero quién viene? La pregunta más perfecta para el hombre, que lo ignora que Dios viene para hacer una nueva vida, una vida de felicidad dentro de nuestras propias debilidades, de no poder amar, no poder pasar a la otra orilla.

 

Es la realidad real que se vive día a día, de entrar en la gran carrera del éxito, de querer ser, para llegar a ser nadie, una mercancía para el mundo. Buscar la fama, el reconocimiento de la inteligencia sin servicio, sin amor, solo con la existencia de vivir en el balcón de una soberbia, egoísmos, de no vivir prójimo.  Tener dinero para no disfrutar, guardarlo, para respirar avaricia de poder, sin reino ni familia, simplemente vivir una pobreza material y espiritual. Vivir la eutanasia mercantilista, la esclavitud de tus propias debilidades, vivir sin Dios.

 

Vivir sin Dios, se refleja en los sentidos de no poder escuchar ni ver la creación que da al hombre para que sea feliz. De vivir lo que vive la naturaleza con sus estaciones.

 

De vivir un invierno, la muerte, sin dar fruto, la sequedad de no respirar vida. Llega la primavera, los puntos verdes en el tallo de un árbol, es la llegada de Dios a tú vida, el adviento, de respirar vida para dar fruto, de dar amor. Pero el tiempo pasa y llega el verano, los días calurosos, donde el hombre empieza, ya, vivir la vida de adultez, la razón que empieza a dar respuestas, de la verdad, que Dios existe y el hombre necesita para vivir, por ser imagen y semejanza. Por ultimo llega el otoño, entrando a la vejez, luego de haber disfrutado la juventud, la esencia del florecimiento de la vida, el esplendor de la creación del hombre, de vivir o vivir el engaño del propio hombre, de creerse Dios, imaginando que nunca va a envejecer, olvidándose de trasmitir la Fe a la nueva generación, a nuestros hijos. Ayudando a los hijos de tus hijos, el presente y futuro, sabiendo vivir el presente.

 

El adviento ha llegado, la conversión, del hombre viejo a un nuevo hombre de Espíritu. La nueva creación como el Alfarero, el moldear la arcilla, el barro, para hacer una figura. La figura de amar al otro, el otro es Cristo, la nueva evangelización, empezando primero por mí.  De la muerte a la vida, de las tinieblas a la luz.

 

 

El tiempo de Adviento, de poner el cuerpo, poner la voluntad, de vencer el miedo, dejar una ranura, donde pueda entrar Jesucristo, el hijo de Dios que venció a la muerte y nos hizo libres, con el libre albedrio de tomar decisiones de abrir la puerta de la vida.

 

Pero si persiste la terquedad, el cálculo razonado, los conceptos de hombre, la elite de la inteligencia artificial, para vivir el confort de una vida vaga, sin el pronunciamiento de una palabra de aliento, de vida. De saber soñar, tener metas, objetivos y saber llegar. Significa estar vivo, para vivir familia, vivir comunidad, vivir la esencia de Cristo resucitado, la promesa que vuelve.

 

Pero hay que saber esperar. ¿Pero que espero? La pregunta que cala en la profundidad del ser. Espero el milagro de sacarme la lotería, el regalo perfecto de Santa Claus, el viejo de barba que ofrece y cumple si tienes dinero. Espero sanar, no sufrir. Un pensamiento no cristiano, de vivir las fantasías de religiones como Pare de sufrir, el engaño del hombre que está ciego y sordo.

 

¿Qué espero? ¿Espero la vendida del hijo de Dios? Respuesta que la puedes dar cuando entres al aposento, a tú templo, entrar en la profundidad de tú soledad y encontrarte en el mar de los espejismos, una religiosidad natural, el ateísmo creyente, de ponerlo a Dios atrás, que nos siga, que haga mi voluntad.

 

Verdaderamente tengo la certeza que viene el Señor vestido de majestad, a destruir a todos mis enemigos, darme vida en medio de una enfermedad, de vivir en la pre-caridad, con la dignidad de hijo de Dios, el príncipe de la luz.

 

Tú decides esperar a Dios en construir familia, o esperas tus éxitos destruyendo la familia, los cimientos del verdadero éxito del Hombre. Ya lo dice la palabra “Si el Señor no construye, en vano se cansan los constructores”

lunes, 27 de noviembre de 2023

 

¿Quién es Dios en tú vida?

 

El hombre nace libre, porque esa es la decisión de Dios, lo creo a imagen y semejanza, en una libertad para discernir y tomar decisiones. Es la libertad de Dios hacia el hombre, que pueda escoger a quien seguir como Dios, el Rey de Reyes.

 

Pero en el diario caminar la libertad del hombre se ve amenazada, porque el núcleo de la familia es atacado, para ser destruida y no pueda ser el alimento del hombre, el cordón umbilical es cortado, donde el Dios de vivos es sustituido por Dioses creados por el hombre, que te llevan a la muerte del SER, a la muerte óntica, la muerte de la esperanza.

 

Los Dioses creados por el hombre, son los que esclavizan y coartan la voluntad, de permitir que el hombre empiece a vivir la eutanasia, la muerte del espíritu.  Estos dioses son: 1. Querer ser; 2. Tener fama; 3. Tener Dinero, que se agrupan en un solo Dios llamado RAZON.

 

Como la familia ya no cumple el rol fundamental de trasmitir la FE, de formar hombres para una sociedad de amor al prójimo, respetando la creación de Dios, que la vida no es de tener, es de dar; que la vida no es de amarse a uno mismos, es de amar al otro, el otro es Cristo. Son cosas pequeñas, de un valor que se lo mide con la presencia de Dios, ¿Quién es Dios en tú vida?, con la misma libertad que nace el hombre, debe dar frutos y llegar a la muerte física en libertar, que hay vida eterna, y nos espera una morada en el Cielo.

 

Pero no es tan fácil de aceptar que hay una morada en el Cielo, si el hombre abandona al Dios de vivos, por el Dios razón, de buscar las respuestas que te da el Espíritu de Dios, que lo encuentras en la Eucaristía (comer el cuerpo de Cristo y beber la sangre de Cristo), la acción de gracias, de vivir y experimentar la libertad del hombre. De pasar de la muerte a la vida, vivir con sabiduría, de aprender a discernir un aparente bien, de encontrase con Dios en el sufrimiento, de aprender a valorar la esencia de la familia, de saber levantarse de los tropiezos y caídas, que el No es el timón para nuevos horizontes, nuevos caminos, pero siempre amando al prójimo, el verdadero éxito.

 

La otra cara de la moneda es la razón, busca respuestas de todos los acontecimientos del hombre, llamado Historia, el porqué de las cosas, donde la cabeza empieza a trabajar buscando respuestas, queriendo poner a Dios en la razón, como la vasija de barro cuestionara al Alfarero de porque le hizo un tiesto. Así es la razón, de cuestionar y no vivir la misericordia de Dios, de juzgar al hombre, que no tiene éxito porque no es inteligente, no sabe soñar ni pensar.

 

La realidad de la razón, de buscar la respuesta de la vida sin tener la experiencia de ¿Quién es Dios en tu vida?, crea el ateísmo, las nuevas corrientes filosóficas, como la de René Descartes “Pienso, luego existo”, considerando que es una sustancia que piensa. Carlos Marx expresaba “Dios el opio del pueblo”, manteniendo que la religión es el suspiro de un hombre oprimido.

 

El hombre en su libertad puede hacerlo, pero actúa en una forma egoísta, destruyendo la identidad, destruyendo los cimientos de la sociedad para un desarrollo que es la Familia. Se presenta un Divorcio entre Fe y razón, el conocimiento científico vs Dios, permitiendo el secularismo, de tomar decisiones acerca de la familia sin discernimiento, enfocados en el raciocinio mercantil.

El hombre decide separarse de Dios, bajo el efecto de la razón, sin haber tenido la experiencia de ¿Quién soy yo?, ¿Quién es Dios en tú vida?, simplemente llevados por la pasión de construir la nueva Torre de Babel, de querer ser Dios, para destruir al hombre dando soluciones de espejismos, de un confort tecnológico, la nueva esclavitud del conocimiento, la inteligencia artificial.

 

El hombre sin Dios.

domingo, 26 de noviembre de 2023

 

Cristo Rey de Reyes

 

Una fiesta muy importante para el hombre, para la religión católica, el cristianismo, de poder reconocer en tú vida, que Jesucristo es Rey de Reyes, que no hay otro Rey, donde el hombre pueda reconocer y doblar su rodilla. En teoría es fácil reconocer y gritar que Jesucristo es el único Rey, pero debe enfrentarse a una idolatría del mundo, que emerge de los más profundo de su ser, la necesidad de adorar o reconocer a otros reyes de la sociedad, donde el hombre pierde su vida, su identidad, de vivir la esclavitud de los placeres, un Rey de vanidades.

 

Un Rey que ha venido del cielo, que ha llegado para dar el testimonio de servir, de morir por el prójimo, de amar al más débil, que se enfrenta a los Reyes del conocimiento, de la inteligencia, de la concupiscencia del hombre. Una guerra del poder económico, político, que con lleva al enfrentamiento del hombre con el hombre, de imponer una razón, un poder de mezquindad, de creerse Dios.

 

El enfrentamiento de la razón, de la ignorancia del conocimiento de hombre, frente a la sabiduría, al amor, de dar y no recibir, de servir y no ser servido, de compartir y convivir con el más débil de un Jesucristo resucitado.  

 

Tener en tú vida a un Jesucristo vivo, resucitado, significa que eres libre de pensamiento, una sabiduría para discernir un aparente bien, tomar decisiones y actuar. Discernir la maldad del hombre que se viste de gala, de traje de engaño, de construir las trampas de un poder cimentado en la arena. Esta libertad te da la gracia de experimentar el Espíritu de inteligencia, el espíritu de consejo y fortaleza, el espíritu de sabiduría, para vencer el al mal con amor.

 

Esta sabiduría enloquece al hombre inteligente, que siempre mide sus decisiones, cálculos unilaterales, de esforzarse en maquillar los números con el fin de obtener mayores réditos, que al final del camino de los años, cuando las cienes se han poblado de años, hay una respuesta no esperada, un dolor causado por la juventud de aquellos años, que se hace presente. Una inteligencia sin sabiduría que está pasando la factura de una soledad sin dignidad, una enfermedad sin amor y una vejez mercantilista que lleva a la muerte del SER y la muerte física.

 

La idolatría del hombre de crear Dioses, Reyes, por el mismo miedo de no enfrentar su realidad, de vivir el presente, crea seguridades al futuro sin haber sanado la historia de un pasado incierto, lleno de amarguras. Se proclama ateo, el resentimiento con Dios, el causante de los sufrimientos, por la libertad que Dios da al hombre y toma decisiones con pasiones, sin saber ¿quién es Dios en tú vida? La verdad no es verdad para el hombre, por el mismo miedo no aceptar que se equivocó, que no puede más, busca un culpable, de esclavizar al propio hombre, el causante de los tropiezos, de la ira de querer reconocer que hay un Dios, un Rey de reyes, pero la soberbia puede más, Dios no existe, existe mi inteligencia, mi fuerza, mi experiencia, mi Yo.

 

Un problema muy serio de vivir mi YO, porque sabe dar respuestas, cree en Dios, profesa como Rey, porque su inteligencia le susurra al oído. El porsiacaso, que, si hay vida eterna, hay un Rey de amor y misericordia, me esfuerzo el dar una moneda para comprar amor, comprar amigos, comprar salud, comprar bienestar, etc. Este mismo porsiacaso convierte al hombre en un fracasado, de quedarse mirando el ombligo, de no poder ver más allá a través de la ventada de la vida, de la ventana del prójimo, de la ventana de la creación de Dios, que no es otra cosa la Felicidad del hombre. 

 

Una felicidad que el hombre lo busca en otras teorías, modelos económicos, construyendo siempre la Torre de Babel, el poder sin comunión, el poder sin unidad, del poder sin asamblea, el poder sin humildad.  Siempre el hombre buscando el poder, la felicidad sin Dios.

 

Cuando el hombre se dé cuenta, que ya no puede más, mira a Dios, el Rey de reyes, el hombre vuelve al origen, ser una criatura, hijo de Dios, el hijo prodigo que vuelve al Padre, lo demás llega por añadidura.  

lunes, 20 de noviembre de 2023

 

Es hora de volver a casa.

 

El hombre por dar soluciones a los problemas sociales, ha creado modelos económicos, utilizados por los políticos dentro de su plan de gobierno, que a su vez han terminado destruyendo al hombre, convirtiéndole en un ser sin dignidad, esclavo de sus propias concupiscencias, sin poder pensar y discernir, viviendo aislado de su propia comuna, de su familia, sin el cobijo de una palabra de salvación, sin poder aprender amar, sin dar ni compartir.

 

Nacen las inconformidades, las protestas, con los gritos: “abajo las medidas neoliberales”. Gritando sin conocer e ignorando el concepto real de una medida económica, sin el fundamento real para salvar al hombre de una crisis social y económica.  Sobre todo, de salvar la vida, por los gritos de auxilio, que se encuentra en la búsqueda insaciable de calmar la sed de justicia, la impotencia de poder aceptar y vivir con sus propias limitaciones, de un razonamiento pobre, sin sueños, sin las ganas de luchar, de romper paradigmas, de vivir sin esperanza.

 

La gran verdad, pero sin soluciones, sin respuestas, al problema creado por el propio hombre, por sus conceptos llenos de ignorancia, con una soberbia admirable de tener la razón, la verdad que no salva, ahondando más en la crisis social, por su propia idolatría, de querer ser Dios, por ser inteligente, distinto a los demás, pero ha destruido la familia, el centro de la sabiduría, a vivir en la soledad, el hombre sin Dios.

 

Nace el individualismo de su propio egoísmo, de esclavizar al hombre, camuflado de un apoyo, de un respiro financiero, una esclavitud de valores, sin ética, que termina el hombre muriendo en sus propias decisiones, sin experimentar que la vida si tiene solución, tiene felicidad, de poder vivir el propio cielo, que Dios ha hecho una promesa al Hombre.

 

Esta alianza que Dios hizo, la destruye el propio hombre, la margina porque hay una inteligencia como Dios en el centro de la razón, el mismo que ha permitido que se destruya el útero, la matriz de la vida. Ha permitido que la mujer sea maltratada, vulnerada su esencia de mujer, de madre y esposa.

 

Se rompe la comunión entre hombre y mujer, se forma el grupo feminista, con un pensamiento cultural, económico y político, de buscar la igualdad de vida. Se destruye la familia a largo plazo, donde se escucha hoy en día, ya no matrimonio, no hijos, no esposa, no madre, no vida, si éxito.

 

El éxito está presente, ¿qué se hace?, ¿qué soluciones da a la sociedad?, si el hombre se encuentra viviendo metáforas. Ya lo dijo Alexis Carrel, premio Nobel de medicina en 1912. “Aquéllas realidades que no se pueden pesar o medir, son mucho más importantes que las que sí se pueden pesar o medir”. Concluye diciendo que el hombre se olvida de amar, se aísla a vivir una vida solitaria, el autismo tecnológico, ser, yo, en primera persona, un extraño en su propio mundo.

 

La solución al problema creado por el propio hombre es volver a casa, reconstruir la familia, volver a los orígenes de las primeras comunidades cristianas, el amor y la unidad, donde el matrimonio es indisoluble, para dar vida, formar identidad y seguridad a los hijos. Ser fuertes con Dios, construir sobre la roca solidad para vencer las tormentas, huracanes.

 

Regresar a casa, significa volver a la educación cristiana, los padres como verdaderos tutores, enseñar sabiduría, enseñar amor al prójimo. Que la mujer tome el rol de mujer, esposa y madre con el apoyo del esposo, siendo una sola carne, de vivir familia.

 

De volver a casa, los frutos son:  Comunión entre esposos para coordinar los horarios de trabajo de los dos, se desarrolla una personalidad solidad en los hijos, una alimentación sana y no miedo a la maternidad y paternidad responsable.

 

De volver a casa no es apoyado en una ley, en un moralismo, es una gracia, que has tenido un encuentro con Dios.

 

El encuentro con Dios en morir a tú voluntad. En tú libertad tú decides.

domingo, 12 de noviembre de 2023

 El hombre cree en Dios, pero vive su espejismo, su propia felicidad

 

La inteligencia del hombre está rompiendo esquemas con relación a la creación de Dios, de un hombre de Espíritu, con discernimiento, de poder reconocer lo que es la luz de una luz de tinieblas. Porque estamos viviendo una nueva etapa, un nuevo camino de inteligencia de hombre, de la creación de una nueva esclavitud, de una esclavitud de espejismos, la esclavitud del miedo, de no sufrir.

 

Un nuevo giro, de una vida sin amor, con una nueva filosofía, el nacimiento del TRANSHUMANISMO, que se enfoca a una nueva cultura intelectual de conocimiento científico, del aprendizaje y lenguaje. La búsqueda de respuestas del universo, respuestas del más allá, de querer topar del árbol de la vida.

 

El hombre entra con su inteligencia, lo que busca es tener una vida sin sufrimiento, de vivir los espejismos, la planicie de los sentidos sin complemento, sin el mínimo esfuerzo de sobrevivencia, para descubrir los encantos de la creación de Dios. De vivir sin un porque, sin la creencia de Dios, una vida hueca, nada, sin valores, el hombre “nihilistas”.

 

 Con estos nuevos pensamientos, con el conocimiento tecnológico, afecta a la familia y a su vez al más débil que son los hijos, la juventud, afectando al mañana, a la nueva sociedad, cortando el cordón umbilical entre Dios y el hombre. Proyectándose a una felicidad, matando en su razonamiento que el HOY, no existe, de vivir sin la intensidad de saborear los frutos de la naturaleza, los frutos de la tierra, lo frutos del amor. De no saber ni experimentar ¿Quién es Dios en tú vida?

 

Implica dar cambios estructurales en la familia, como la ideología de género, donde el hombre pierde su propia identidad de no saber si es hombre o mujer. Presentándose una lucha interna, la búsqueda de la felicidad, la búsqueda de respuestas “Quien soy yo”. Las mimas que las encuentras en la inteligencia artificial, donde la ESPERANZA no existe para el hombre, se vive el egocentrismo.

 

Realidades que se las quiere tapar con un dedo, de no darle la importancia necesaria, no es mi problema, mi familia no tiene ese problema, es el otro. Se vive el individualismo y soberbia, la construcción de una nueva Torre de Babel.

 

Este mismo egocentrismo y la razón del hombre, permiten vivir en su propio intelectualismo, esclavos de su propio Yo, intocables, el Dios de su conocimiento, de su mercantilismo social y sus propios miedos. Con lleva a vivir una esclavitud de cadenas invisibles, de no poder aceptar la historia, las raíces de la vida.

 

La razón frente a estas realidades, da respuestas para no sufrir. No vejez, respuesta la eutanasia; no hijos, respuesta aborto; no leer un libro, respuesta la inteligencia artificial; no amar, respuesta cambio de sexo; no creer en Dios, respuesta el ateísmo. La razón tiene la respuesta razonada, pero no tiene soluciones para la muerte del SER, la muerte del Espíritu.

 

Es la nueva esclavitud del hombre, de vivir las concupiscencias de la vida, el desorden social, de vivir por vivir, sin medir las consecuencias, de cómo librase de las cadenas de la carne, de los placeres, del intelectualismo y ciencia, en definitiva, de la soledad.

 

No todo está perdido, al final de túnel hay una luz. Una ESPERANZA que se la puede hacer presente, para romper las cadenas de la esclavitud. Un nuevo hombre, un hombre libre, un hombre de Espíritu y sabiduría. El hombre libre que puede gritar a los cuatro vientos, Dios existe, está vivo.

 

Solo Dios puede vencer al mal, volver a nacer en Espíritu, una nueva creación, reconstruir la familia, oler a cristo, ser prójimo.  En la libertad que Dios creo al hombre, hay una respuesta que tiene que dar el hombre, luego de haber caminado solo, de experimentar que el mundo es muerte.

 

San Agustín ya lo dijo: “El que te creó a ti sin ti, no te salvará a ti sin ti”

 

La respuesta es tuya, en tú libertad.

domingo, 5 de noviembre de 2023

 

Sin identidad no hay emprendimiento.

 

La inteligencia, permite al hombre en tomar decisiones en función directa a su bienestar, crear un consumo de satisfacción básica, más un consumo de vanidades de vanidades. Esto implica que se genera un desperdicio, un egocentrismo de ser, de mirar por el perímetro personal, de confort y seguridad material, sin importar la seguridad espiritual, la sabiduría de hombre, para enfrentar las tres fases de la vida que se debe pasar, sin excepción: Enfermedad, vejez y muerte.

Estas tres fases permiten al hombre bajar a vivir la realidad, de aprender a vivir como prójimo, de recuperar la identidad de hombre, como una verdadera creatura de Dios. De poder mirar, ver y vivir de forma real las necesidades, sean materiales como espirituales. Porque el hombre es creado en Espíritu, más no materia como algunos lo afirman.

 

Esta afirmación de ser Espíritu, permiten al hombre en potenciar su identidad en: Familia, cultura, emprendimiento, ciencia, nacionalidad, etc. Tomar decisiones en relación a sus sueños, caídas o tropiezos, de transcender, dejar huella, para romper esquemas o paradigmas.

 

Lo que permite visualizar concretamente la verdadera realidad a la que se debe enfrentar un verdadero Emprendedor, un camino pedregoso, de allanar a través de la constancia, de su propia identidad, para vencer los espejismos, complejos, dualidades, que tiene el hombre. Vencer los pensamientos negativos, hay mala suerte, no poder cumplir su sueño, llegar a la cima, la meta y permanecer ahí.

 

 

Por lo cual, que el emprendimiento tiene su propia identidad, que va acompañada de la identidad del hombre, para hacer un solo objetivo, un solo sueño, con una segmentación de mercado. Pero hay una debilidad, amenaza para el emprendimiento que es el divorcio entre el conocimiento científico (el cómo hacerlo) y la educación de familia (lo voy hacer), la no comunión, que no permite florecer al emprendimiento, por la falta del condimento de la SAL.

 

 La función real e ignorada por el emprendedor, de aprender a SALAR, que no es otra cosa el SERVICIO, llamada también la Identidad de hombre.  Es el problema que se vive a diario, la pregunta del porque no florecen los emprendimientos, no se reactiva la economía, no hay fuentes de trabajo, pero hay profesionales de tres universidades, que no están en capacidad de emprender.

 

 Como no hay la pisca de sal, para salar a la sociedad, evitar la corrupción, aprender a valorar lo propio, lo nuestro, puedan morir a los miedos y despojarse de un intelectualismo de inferioridad que se esfuma la nacionalidad, la identidad, de saber ¿Quién soy yo?

 

Se crea otra debilidad para el emprendimiento, la ausencia total de su identidad, su misión, no tener su propia impronta, la fuerza para vencer los sismos sociales. Si lo tuviere, el emprendedor se convierte en el trapo u harapo para limpiar el vidrio, el telón de las oportunidades, mostrar que las oportunidades están ahí presentes. Qué la vida es de ponerle sabor, volver a construir familia, recuperar la Identidad, que es el cimiento, la estructura para crear un emprendimiento.

 

Como la familia no se encuentra arraigada a la estructura de la sociedad, que exige y exige, por lo que el emprendimiento no se encuentra fortalecido para enfrentar a la exigencia de un consumismo mercantilista, de no valorar lo nuestro. Es el gran divorcio que se explicaba entre la academia (Universidades), que no compensa el vacío que trae el Emprendedor desde la Familia, de no potenciar sus habilidades, donde su resiliencia (el coraje para vencer los tropiezos), es nulo, etiquetándose como un perdedor.

 

La etiqueta de perdedor, el emprendimiento nace con un ala rota. De tener conocimiento teórico sin experiencia, o las ganas de emprender sin el conocimiento de cómo hacer el proyecto del emprendimiento (un plan de negocios).

 

Se ahonda la brecha del desempleo, sumándose un dolor más grande, de no poder recuperar la inversión que realiza el Estado y la familia, en formar un profesional. Se refleja el gran divorcio entre el conocimiento científico (academia) con la educación de identidad y valores (Familia).

 

El no tener identidad, se pierde el norte, crean sus propios conceptos que emprender es un juego de azar, comprar el guachito de lotería y ganar el premio mayor. Así se queda la ciudad, mirando al aire y buscar un culpable, que Loja no tiene empresa.

 

Es una pena que Loja tiene emprendimientos de productos de calidad y no florecen. Pero si tienen mayor oportunidad productos de marcas extrajeras, con una imagen ya posicionada en el mercado, que el pueblo hace colas para comprar sin pedir rebaja, con la alegría que le vean que está consumiendo.  Estimo que ignoran que el capital recaudado por empresas extranjeras a la ciudad se lo llevan fuera y no lo vuelven a invertir, se da la fuga de capitales.

 

Puede un emprendimiento competir si no hay identidad de “consume lo nuestro, consume producto Lojano”.

 

Te pregunto: ¿Tienes identidad?

lunes, 30 de octubre de 2023

 

Soy honesto, pero íntegro……………..?

 

 

El hombre nace con libertad de pensar, libre como el mismo viento, de expresar sus sentimientos, libre como el agua que recorre el camino del hombre para saciar la sed material como espiritual.

 

La sed del mercantilismo social, del hombre que ha perdido su libertad, por el valor inferior a treinta monedas. El valor de perder la vida, la libertad del pensamiento, la libertad de vivir, de exultar el espíritu de sabiduría.

 

El hombre se imagina que perder la libertad de Dios, es libre para actuar, tomar decisiones, pero entra al túnel de la oscuridad, al túnel de la razón, de la honestidad, para llenarse de la verdad, juzgar y dar una sentencia. El hombre justo de la honestidad, pero sin integridad.

 

El hombre habla, debate, de la injusticia social, la injusticia material, la injusticia de los derechos, la injusticia de la libertad de expresión, la injusticia del derecho a nacer. En definitiva, existe la honestidad, pero no la integridad, no hay la sal para evitar la corrupción, la palabra que expresa la herida desde el propio ser, de la libertad de la creación.                                                                                                    

 

Solo así entender la malicia del hombre con el hombre, de generar la cancha del gran ring, el boxeo del golpe bajo, la honestidad gritada a los cuatro vientos, para oír un eco debilitado, una verdad a medias, la tibies de la vida cotidiana, de evitar siempre el problema, pero si exprimir o explotar las fuerzas de una juventud ya vieja sin sueños, sin el verdadero eco de la vida. Quedarse amortiguado en saber oír, no escuchar.

Se empieza a oír en las radios, televisión, que es la hora de la concertación, la hora de vivir con ética, de plasmar una conducta política de honestidad, de la verdad en todo sentido, cobijada con el canto de los pájaros, el cantar de la credibilidad, hasta que llega la codicia al poder y se esfuma como el humo de negro que indica que sigue la honestidad sin integridad.

 

 Se empieza a vivir una honestidad ya enmarcada, sistematizada, acorde a las necesidades del momento y del lugar. Está por llegar la navidad, la clase política debe dar una solución razonada y honesta de paz, amor, ternura, que es el mes de los regalos, que los Reyes magos llegan. Deben encontrar una Asamblea, el representante del pueblo con una mirada triste, pero honestos, como el amanecer, libres, pero no íntegros, sin la voz, de querer vivir.

 

Una tristeza de sentir la expresión del hombre, de vivir su honestidad de soberbia, una honestidad de ira, una honestidad de tener la verdad, que está marcando una clase social de los inteligentes, de los que saben elegir, saben escoger, saben culpar de los fracasos del gobierno son los señores que ya no me acuerdo el nombre porque soy honesto. Ironías de la vida, para tener éxito hay que ser honesto, no importa no ser integro.

 

Pero la pregunta que debemos hacernos. ¿Porque se ha perdido el concepto real de honestidad? Una de las respuestas es que se ha destruido la familia, no hay el ejemplo real para la juventud, para el más débil. El Papa Francisco lo expreso “Quien es honesto no tiene miedo a ser sorprendido, porque nunca engaña al que confía en él”.

 

En el caminar de la vida lo último que se pierde es la ESPERANZA, para lo cual se debe volver a empezar de nuevo, como el verdadero Emprendedor. Un emprendedor de romper paradigmas, de botarse al vacío con un sueño, un objetivo, que la vida es vida cuando se suda, se trabaja abriendo los surcos, preparando la tierra para que sea productiva y den frutos.

 

Es hora de trabajar por uno mismo, ser la luz, el ejemplo anónimo de recibir medallas invisibles, ser honesto e íntegro, que hay gente inocente esperando ver esa luz, el faro para seguir mar a dentro.

 

Te atreves a ser honesto e íntegro. Es tú decisión