El caos político es lo Cóncavo y
convexo de la pobreza espiritual y material. Es votar un dardo en la
montonera, por reivindicaciones sociales
que el pueblo espera de los políticos que ofrecen en las campañas electorales.
Ya en el poder la visión tomo otra mirada, la oposición hecha leña al fuego para captar
el poder destruyendo al otro, a sabiendas que tiene rabo de paja.
No es aceptable ultrajar el
bienestar del hombre, de atentar contra la vida. Ganar una guerra, se la gana
venciendo al enemigo que eres Tú y YO, venciéndose uno mismo. Recuerden que el
poder es efímero, como una fragancia que se la lleva el viento.
En la vida hay que ser astutos
con inteligencia de crecer. El levantamiento contra el presidente
Correa, el insulto, agresiones
materiales, no ha llevado a nada. Más bien
han permitido que el fuego del odio vs el resentimiento, tome impulso para generar verdades ante mentiras.
Insulto, porque se lo merece, pero el
insulto regresa con más fuerza al que lanzo, inyectándole el veneno de la ira que
trae las consecuencias.
La guerra de buscar la razón
empieza a tomar el color rojo, color de tristeza, de un duelo. Muere la conciencia.
Es el peligro más grande porque salen a flote los resentimientos guardados
durante una década, sellados con la mordaza de obedecer y ser esclavos de su propia razón.
La violencia es el origen de
conceptos y palabras, más allá de sus definiciones, censurando el
eco, para realizar las mesas redondas a mudas, con la expresión del Señor, para
obedecer al pie de la letra, mientras el ceño del rostro dice todo lo contrario. Hoy lo vivió el EX, sintiendo el poder del mal de parkinson,
que a su vez no es aceptada la violencia vivida.
Hay un problema, la solución es
morir a la razón, al caudillismo, para
dar un nuevo giro, de un liderazgo productivo. Pero primero debo cambiar. YO primero.