lunes, 18 de enero de 2010

La verdad

Nos encontramos viviendo una guerra de quien tiene la verdad, que nos estan llevando a vivir fuera de la realidad y construir castillos en el aire. El vivir fuera de la realidad significa que el hombre se pasa viviendo en el futuro, satisfaciendo sus necesidades con sueños fugases y quedando esclavo del mismo, o tambien se queda viviendo en la historia buscando culpables del porque de las cosas que no salieron como se lo había planificado.
El hombre se olvida de vivir el hoy, de hacer el futuro el hoy, pero siembra sisaña en tierra fertil. Esto ocasiona que la familia como centro de la sociedad vaya desquebrajandose cada día y se estanque en el gran muro del tiempo, de entrar en la lucha constante de ganarle al tiempo con la razón de la idolatría.
Esta busqueda insaciable de la verdad a convertido al hombre en esclavo de su propias conquistas y cualquier fracaso o error hay un culpable: La derecha o la izquierda. Una cecularización entre Dios y Hombre.
Dios no existe, el hombre existe. Una mentira hecha verdad bajo los parámetros del intelectualismo malicioso que destruye la esencia del nucleo familiar para dar cabidad al ego personal.

lunes, 4 de enero de 2010

El Nuevo Año.

Nos encontramos viviendo el nuevo año, con un nuevo amanecer, con un nuevo encanto de la vida y de saborear y visualizar la creación de Dios.

Este optimismo depende si has dejado atrás, has sepultado todo lo malo (soberbia, lujuria, ira, gula, pereza, etc), para vivir el nuevo año que será todo el año. Porque es el hombre el crea el tiempo y lucha con el mismo en poderlo ganar.

Esta competencia de entrar con el tiempo trae consigo de destruir primeramente la identidad del hombre para convertirse en un súper hombre o simplemente en Dios. También destruye en centro de la sociedad que es la familia.

Al perder la identidad y la familia los objetivos que se plantea el hombre son simples sin coyuntura, simplemente se contenta con dadivas y no de aportar al desarrollo de la sociedad. Es hora de enfrentar los miedos y de poder descansar en medio del sufrimiento, viéndolo como oportunidades para crecer y no de mala suerte. Descansar en Dios.

Nixon Maldonado Montaño