martes, 15 de agosto de 2017

DECIR NO AL CORREISMO



Las palabras sabias de nuestros padres que nos inculcaban, para castigar al hombre es con la indiferencia, así evitar careos en busca de quien tiene la verdad o la razón.

En nuestro país es ya pasar la página, pero con el eco de voz que se escuche, que hay dos justicias. La de Dios  y el pueblo. No darle más importancia al ex de tantos adjetivos (demócrata, revolucionario, con infinito amor, la ética, ya tenemos presidente, etc.). El castigo es ignorarlo, esperando que entienda, con tantos doctorados puede que tenga Alzheimer político, vuelva a querer ser Dios de los ecuatorianos. Ya tenemos presidente por diez años más.

Pasar la hoja es sepultar la década correista sin que queden los recuerdos, pero que haya la justicia y fiscalización de parte las autoridades de control. Para que el pueblo madure y salga del analfabetismo político tecnológico. De levantar la voz de  protesta con la inteligencia de la sabiduría de decir NO la corrupción, de un movimiento verde que maduro en diez años para generar el sabotaje financiero a través de la venta de los recursos no renovables.

Ignorarlo no con el odio, pero si, con la elegancia de un NO. Que representa no  queremos revolución, no queremos doctorados, no queremos sabatinas de mentiras, no queremos enfrentamientos entre ecuatorianos, no queremos más la mentira de que hay carreteras a un costo de inestabilidad familiar, política y económica.

lunes, 14 de agosto de 2017

El zar del petróleo se entrega a la justicia



Con la entrega del ex zar del petróleo como lo define la prensa ecuatoriana, la ruleta de las acciones de corrupción durante la década del correismo, empiezan dar salir del  vagón de  los archivos, sin imaginar que  no era un arcano.
Las ideas, las verdades y los intelectuales de sabotaje financiero realizado al pueblo, jugando con las esperanzas, se va descubriendo lentamente. Se espera que no haya la mano de seda  del ángel millonario conocido el hombre del maletín y haga jugar la ruleta de acuerdo a la velocidad de más de ciento ochenta y se esfume en los cuatro vientos.
Si las autoridades de control quieren ser honestos consigo mismo y cumplir su rol de funcionario público, que hay un pueblo que está esperando  un resultado de una verdad de quienes fueron y quien es la cabeza de todo este negociado, dado en la revolución ciudadana.
Que no se queden en palabras, en slogans, frases. “llegaremos hasta las últimas consecuencias”, “cantara y sabremos todo”, etc. Está  en juego la estabilidad del país en función directa con la identidad del hombre.  Que no sean cálculos políticos para las elecciones que se avecinan o para una nueva reelección presidencial.
 En esta lucha por la corrupción, que el pueblo no se quede como un simple espectador, y sea utilizado de nuevo para una nueva elección. Que el pueblo no sea utilizado para la guerra de dos egos: El ex y el actual presidente. No caer en el juego de quien escupe más lejos, y todo sea una maniobra de marionetas cobijado con el humo del cigarrillo de los burócratas en dar una verdad sin verdad, de una palabra sin conceptos, y sea una bala convertida en una ráfaga de metralleta hiriendo y matando el alma de un pueblo que pide  a gritos. Basta de jugar con el pueblo.
Hay un arduo trabajo de quemar la maleza, para preparar la tierra y convertirla en una tierra fértil para que dé  fruto.  Se  ha empezado a querer quemar la mala hierba. Si no hay resultados el pueblo sabrá castigar en su momento.  Adiós a la revolución ciudadana.
 

jueves, 3 de agosto de 2017

El abrazo de la deslealtad



Da mucha pena el nivel de la política del siglo XXI, igual que los años ochenta y noventa. Estamos con nuevos actores de pelear el poder como si fuera el gran circo romano. De extender el dedo en señal de dictar el fin de la década verde, porque ha madurado y tiene que caer por el propio peso. Fueron intocables de una verdad absoluta.

Ante esto ha el gran perdedor es el pueblo, que se eligió libremente, en una democracia, de dar el poder para que gobiernen en beneficio de todo el país.  Pero ha podido más ego del poder de quien es el MEJOR.

Se tejieron redes sin el criterio del pueblo, de crear esperanzas, de construir conceptos de tecnología  de  punta sin la inteligencia de la cuna familiar, de abrir vías de comunicación cuando la energía no renovable se esfuma al poder babilónico, para ser esclavos de la tecnología mediática que destruye toda la capacidad de la identidad del hombre.

Han salido adjetivos de una competencia, cual miente o dice la verdad, pero pasamos de nuevo a vivir la miseria de la sabiduría, como siempre el pueblo el que sufre las consecuencias. Que necesitamos creatividad para ser productivos, y superar la pelea de amigos que nunca fueron, que nos dejan como herencia que no se debe confiar ni en la propia sobra. 

Como dijo un gran escritor. El hombre conquistador termina conquistado de su conquista.      

martes, 1 de agosto de 2017

¿Por qué calla Ecuador frente a la crisis venezolana?



Problema está en la barrera que ser ciegos viendo, de ser sordos oyendo. Porque hay una realidad latente una imposición de mantener el poder a la fuerza con el respaldo de las Fuerzas Armadas de  Venezuela.

Países como Argentina, Chile, Colombia, Perú, México, Noruega, Canadá ha expresado el no reconocer la nueva Asamblea Constituyente de Venezuela, que defenderá su propio beneficio del poder vitalicio bajo el eslogan de un socialismo y una libertad del imperialismo.  De utilizar un populismo demagógico de convertir una mentira en una verdad. 

Nuestro país (Ecuador) ha utilizado la diplomacia de la falsa humildad, de escuchar el eco de auxilio y callar frente a la verdad y quedarse de espectador entren el filo de la daga y la espada. 

Esta disturba de conceptos, de filosofías, de conciencia entre países de favor o en contra de no reconocer la nueva Asamblea Constituyente, genera posiciones políticas, económicas para la región sur de América en especial Colombia y  Ecuador.

Una migración que trae consecuencias en el hábitat de darse un sesgo social económico con una pérdida de la identidad del hombre, de un ser humano.

Frente a esta realidad callan los gobernantes elegidos por el pueblo