No todo lo que brilla es oro. Con
el mayor respeto que tiene cada ser humano.
Si verdaderamente conversaran con
el pueblo, escucharían el eco de dolor e impotencia con la situación económica que
vive el país. Un país no vive de indicadores estadísticos, porque somos
personas de carne y hueso. Es verdad que hay cambios en estos diez años. Mejoramiento vial pero sin producción,
escuelas del milenio pero sin creatividad, mejoramiento de la educación superior
con docentes PHD y maestrías pero sin criterio de construir país, se quedaron
en la teoría de un concepto.
Los futuros niños de las escuelas
del milenio serán el futuro del país con inteligencia, pero sin decisión y
competitividad.
Con la revolución ciudadana se
quedaron en la decisión, sin mirar el norte e hicieron a lado, a la sabiduría a
la experiencia, a quienes votaron por la revolución pero no se afiliaron y no pensaron como
ellos.
Esa es la realidad en vivimos y
que Usted compañeros de Alianza País, en especial al Señor ex presidente que se
quedó en un líder del perímetro de los
estatutos de alianza país y no se convirtió en un verdadero Mentor para la niñez de las
escuelas del milenio, de las juventudes universitarias
para cambiar la matriz productiva.
Cuando el eco del pueblo hoy lo
grita que para tener dinero no hay que estudiar, no tener el sueño americano. HAY QUE SER POLÍTICO.
Esto es la herencia que nos ha
dejado, que lleva mucho resentimiento. Ahora se encuentra al otro lado, sin el
poder. Prohibido olvidar.
Junto a nuestro pueblo,
volveremos a vencer (Rafael Correa)
Haber tratado de ponernos a todos de “corruptos”
como “estrategia” para “diferenciarse”, asumiendo totalmente el discurso
politiquero de la oposición y sus medios de comunicación.
Haber dicho que la situación económica es “crítica”
y el gasto “irresponsable”, cuando siempre tuvieron las cifras y después de
superar dificultades nunca vistas en el país, y nuevamente legitimando el
discurso neoliberal de la oposición.
Haber dicho falsamente que todo está mal hecho,
desde las escuelas del milenio hasta los proyectos estratégicos.
Los pactos con Bucaram, Larrea, la banca. La
entrega de los medios públicos a la prensa mercantil.
La legitimación de poderes fácticos que destrozaron
al país, como los socialcristianos.
El cobardemente retroceder en decisiones que
costaron mucho, pero que son necesarias para un país más moderno y justo.
El reparto de las eléctricas, el MIES, Ministerio
de Trabajo, el MAGAP, etc. El hombre del maletín tratando de comprar con cargos
y espacios a asambleístas y autoridades.
Usar la Contraloría como instrumento de persecución
y tratar de sacar a todas las autoridades de control que aún les “estorban”.
Volver al Estado aparente -tan solo en defensa de
los intereses de los de siempre-, y renunciar al Estado popular de la
Revolución.
El llamar “ovejunos”, “mafia”, y odiar a quienes
los llevaron al poder.
Mientras tanto, no construir una sola casa ni
incrementar los bonos, ofrecimientos de campaña. Y luego decir que “lo que ha hecho
el Gobierno en estos casi tres primeros meses es absolutamente coherente con
los principios y el plan que se presentó en campaña”, ya es el colmo del
cinismo o inconsciencia.
Una traición de esta magnitud es la mayor prueba a
la que se ha enfrentado la Revolución, pero junto a nuestro pueblo, volveremos
a vencer.
¡Hasta la victoria siempre!