Hoy domingo hemos vivido la
Pascua de Resurrección, la fiesta de las fiestas para el Cristiano- Católico,
donde se vive la resurrección de Jesucristo en nuestras vidas. Es la muerte del
hombre viejo para un nuevo hombre, en Espíritu. La liberación de las cadenas de los siete pecados capitales
(lujuria, gula, avaricia, pereza, ira, envidia y soberbia); que el hombre se
convierte en un esclavo sin poder mirar el horizonte, sin discernimiento,
buscando un culpable de todos los sufrimientos.
Esta es la Pascua de la
Resurrección, que el hombre
verdaderamente pueda reconocer que se encuentra atado y no logra detener el
éxito de llegar a la cima no en lo
material, si no en la esencia de la verdad como el eje para caminar mirando de
frente.
El mirar de frente es saber dejar
el Espíritu de Dios pueda vivir dentro
de nuestro cuerpo como el verdadero templo, para ser seguidor de la palabra de vida. Es la
verdad que el hombre tiene miedo a enfrentarse y destruye su vida, la
esencia misma de su vida que es la familia.
Esta liberación la puede hacer
Dios pero en libertad. El hombre decide, Dios entra y guía por la senda del amor, del amor al
prójimo como verdad absoluta para poder amar a mí mismo y dar amor, poder pasar
al otro lado. Al otro lado esta familia
(Papá, Mamá e hijos), el rol de padre, esposo e hijo.
El no aceptar a Dios en la vida el
hombre se convierte en Dios, desplazando la verdad para hacer la voluntad del
hombre, que luego termina alienado a las cosas del mundo que a
la pupila del ojo está bien, de no hacer daño a nadie, pero lentamente como la
gota de agua que golpea la roca, que al tiempo termina fisurando, dividiendo en
dos.
La razón dice que es bueno
empezar de nuevo pero no de la misma realidad. Sí un matrimonio se termina el deseo y el a amor,
es lógico querer renacer con un nueva
mujer, destruyo la verdad de una familia, dando cabida del deseo de la fantasía
de Ser, matando la esencia de la verdad, de la mujer e hijos.
Estos son los siete pecados capitales,
la demagogia de la lujuria del hombre como deseo, necesidad, para vivir la gula
de los años frente a la juventud perdida según la razón, con la pereza que los
años están encima, atacado por la ira que hay injusticias, la impotencia de no
poder cambiar; envidiando que la mala suerte ha llagado, para convertirse en el
hombre intocable como el pavo real, en la
máxima expresión de ser Dios.
Este es el problema del hombre,
donde la tecnología ha invadido, el seno de la vida, para vivir la competencia
de ganarle al tiempo, y en cada competencia el hombre pierde, cuyos resultados
es la no comunicación, el de vivir para
satisfacer una necesidad, el YO. No es malo la tecnología, la ciencia, lo malo
está es ser esclavo y dejar que la familia se destruya.
Es la lucha constante de la
verdad frente al marketing agresivo de consumo. Un consumismo que destruye al
calor de familia, el decir te amo por chat, Facebook a poderlo decir mediante
la palabra.