Las nuevas elecciones: ¿Por quién votar?
La pregunta que está presente en estos días, hasta el día de
las elecciones, es un dialogo, ¿por quién votar?, para elegir al nuevo
presidente, al nuevo mandatario del país, quien tiene un reto, durante el
periodo de transición.
El periodo de transición tiene como base fundamental de
cimentar, fortalecer la democracia, a los nuevos gobiernos de turno, que tengan
la capacidad de gobernar.
Se necesita la capacidad para resolver los problemas,
existentes, venideros, con la tenacidad de una inteligencia y sabiduría. La
inteligencia para ejecutar el conocimiento técnico, la sabiduría para
decisiones del bien común, del bien del prójimo.
Pero necesitamos entrar en una conversión, del hombre viejo a
un hombre nuevo, con la sabiduría salomónica, para enfrentar las fuerzas del
mal. Caso contrario es vano, un discurso preparado para ganar un populismo
social, sin el contenido de la realidad del pueblo, del hombre que vive una
economía de sobrevivencia.
No hay una lógica del sentido común de cómo vive el obrero,
el hombre de pueblo, el común y corriente, que espera que se dé el milagro, que
gane le candidato “X”, la ilusión de un trabajo, el espejismo de una mentira
queriendo ser verdad. En fin, la mentira, juzgado por aquel que tiene una viga
en el ojo.
Mentiras de quien expresa, lo que se va hacer, el plan de
trabajo, la ejecución del contenido, el requisito para ser candidato. Hasta ahí
la verdad, lo demás, la fiesta de la democracia, la expresión de la palabra sin
contenido, sin valor, sin eco.
Se vive la campaña electoral, los demonios se convierten en
dioses, la verdad se oculta, un Alzheimer temporal, lo intelectual se esfuma
para dar la rienda suelta, al ritmo del basar político. ¿Quién da más?, quien
ofrece y compite en juzgar, de atacar en la yugular política. La familia
descreditada por aquel que lleva la viga en su ojo, pero tiene la osadía de
lanzar epítetos, quedando en la tarima, la túnica blanca, el elegido.
El candidato A, candidato B, …….candidato Z, son los que dan
origen al ateísmo político, la expresión de la avaricia por captar un voto, de
llegar a ganar el poder. Será por el
servicio que bueno, caso contrario que la vida o Dios juzgue.
Está, listo el desfile, el paseo por la pasarela, el puente
ocasional para escuchar las necesidades reales del pueblo. El señor X
representa al pueblo olvidado, representado por el partido alquilado sin
identidad, pero con ganas de trabajar, no importa de alquilar el vientre político.
La primera mentira al pueblo.
Ahora recibimos al candidato Y, también alquilo el partido
político, no importa es la moda, si es moda no incomoda, pero representa a la
oligarquía, no es de la costa, ni de la sierra, es la fanesca del ateo,
religioso y el místico.
Se ha terminado el mostrar los atributos de los candidatos. Pasamos a las preguntas.
Tendrán que escoger un sobre al azar. Candidato X sus preguntas: ¿Qué hacer
para mejorar la producción?
Dar pan, pan, pan, de bala a los corruptos, la cárcel de
máxima seguridad. Respuestas similares de los demás candidatos, con adicional
más de llevar la sed de odio, de revancha, de ser Dios, que pueden cambiar al
país.
La decisión la tienes Tú. ¿Yo elijo?, pero a quién. El hombre
ha dejado la fuente de la vida, la fuente de la sabiduría, para dar cabida al
juego de las pasiones, de las acusaciones, de las rebeldías y revanchismos
luego de haber comido del mismo plato de lentejas, para ahora comer caviar y
manjares exóticos preparados por el mismo menú del chef que preparo las
lentejas.
Por quien dar el voto, si todos están con el contexto bíblico “Siempre es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio"