Me gustaría hablar de la economía
informal, que la defino bajo mi criterio
y formación como una economía de subsistencia. Donde no se mide los parámetros de
calidad, más bien de satisfacer una
necesidad a los distintos estratos que es el tiempo.
La informalidad se da por no
manejar un sistema tributario, no tributar, no hay mano de obra calificada,
pero que son parte de la sociedad y del aparato productivo. Genera un tipo de empleo familiar de subsistencia,
lo que no puede hacer el gobierno central y regional.
De una manera da solución en lo
micro, representando entre el 30 al 40 por ciento de un salario unificado ($366
Ecuador). Estos ingresos permiten cubrir en lo relacionado al rubro de alimentación,
vestido, vivienda y educación a lo mucho
el nivel de escolaridad.
Frente a esta realidad que al
menos en Latinoamérica se presenta en mayor fuerza, no hay un modelo que se
enmarque a dar la solución
y forme parte dentro de la economía nacional, aunque en Ecuador se está
trabajando con este modelo del a Economía Social y
Solidaria, pero no llega a estos sectores del pobre el más pobre.
La Policía Municipal tiene una disposición
de evitar este problema. Controlar que no se acerquen al perímetro urbano para
no dañar el buen vivir de la colectividad. Es una camisa de fuerza que la ciudadanía
mientras va por la acera va comprando el producto que ofrecen y se evita los
congestionamientos que se presenta en un centro comercial.
Hay una necesidad que no cubre el
marketing siglo XXI pero ahoga al
comerciante informal, que se lo ve como
un bicho que pica pero que se lo necesita para un proceso electoral.
Es un problema que no se lo pude tapar con un
dedo, es donde se debe trabajar a través de las universidades como prácticas profesionales
para obtener su título profesional como
puede ser. Estudio de mercado, Producción, canales de comercialización,
servicio al cliente.
Sería un nuevo modelo de economía
informal con el objetivo de mejorar el buen vivir, de recuperar la identidad de un estrato que ha
permanecido más que olvidado ignorado, sin mirar las consecuencias que trae
consigo que es la delincuencia. Que no
se la frena con programas anti delincuenciales, incrementando la fuerza pública.
En la delincuencia tenemos un
resentimiento social, donde el núcleo familiar no existe. Como no existe, no hay valores. Al no haber valores el espíritu
del bien muere, entra el espíritu del
mal, de hace el daño, de matar, violar, etc.
A mi criterio lo que se debe hacer es reconstruir la familia y lo demás llega
por añadidura. No es fácil es un caminar largo y de constancia para que la economía
informal se incorpore y cambie de nombre y se llame economía familiar.