De acuerdo al artículo de la redacción de PLAN V del 16 de octubre del 2017, con el título:
Pases policiales: las contradicciones de la teoría del caso (III parte)
La teoría del caso de la Fiscalía muestra a una institución policial sometida a los deseos de una estructura delincuencial, a cargo de un teniente, que terminó de sorprender desde al presidente Rafael Correa, a altos funcionarios del gobierno y a imponer sus deseos por encima de los procesos de una institución jerarquizada.
Puedo comentar sobre este tema que la fuerza del deseo hacia la posición del poder en todo ámbito, termina muriendo la razón de los valores, de la familia a dar la razón de la razón mercantilista para dar a rienda suelta la pasión de la gran babilonia.
La sociedad está viviendo la eutanasia, una muerta por la daga de la corrupción que mata sin desangrar, una muerte lenta que carcome toda la identidad del hombre y destruir la esencia de la familia. Matando el eco de la verdad para dar un giro del nuevo hombre vacío, sin palabras, sin el norte, de ser, un ser humano.
Es la realidad de la nueva era, la era de la tecnología, el dios del siglo XXI que encarcela y lleva a los agujeros negros de la codicia para dar origen a la nueva verdad o la nueva era: TODOS LO HACEN. Es un peligro más que una bomba, la bomba atómica destruye y muere el objetivo, pero esta codicia del señor dinero convierte al hombre en asesino de su propio ser, de un hombre de inteligencia, de un hombre libre a un hombre esclavo de su propia mentira como verdad.
Que hacer frente esta realidad?. La revolución de ideas, de una nueva educación de valores, impartida desde el seno de la familia y convalidada con la educación de las aulas. Tal vez sea una quimera, pero si el hombre alza los ojos a Dios, no es imposible.
El miedo es que los propios involucrados en este cambio como docentes, familia, clase política generan para destruir el fruto del paraíso. De la creación y convertir en una sociedad que toca vivir en cuidados intensivos, teniendo la medicina en las propias manos.