¿Cuándo un político no llega al
poder?
El hombre por no tener la verdadera libertad de persona, ser
humano, de identidad, tropieza una, dos, tres veces, pero no aprende la
experiencia de cada caída. Es lo irrazonable frente al conocimiento, al raciocinio
de poder determinar el bien y el mal.
La libertad mal enfocada, con conceptos mal fundados, la
carencia real de lo vivido para experimentar la esencia de la libertad. Se
convierte en maleficios de la razón, para vivir la esclavitud de los propios
actos, sin poder tomar una decisión.
Esta misma esclavitud te lleva a creer, en falsos líderes,
políticos que juegan con la esperanza e ilusiones de una verdad que nunca
llegara. Donde nace la demagogia, el ofrecimiento, la charlatanería, para
convencer con adjetivos sin conocimiento y educación.
La realidad de un pueblo sin norte, sin las ganas de soñar,
con la tristeza de no saber elegir a su propio gobernante, el voto de la
democracia. “Yo elijo”.
El pensamiento que trabaja, el monologo de la razón. ¿Qué miento?
¿Qué ofrezco? Al final del día está ya la mentira, el trabajo para subir a los
medios digitales y redes sociales, la solución a los problemas, los cien
minutos para arreglar lo no arreglado en años atrás.
Los zapatos rojos, dejara la huella, el elegido según su
propio razonamiento, la duda deja de ser duda para el pueblo que fue engañado
hasta obtener el voto. Se cambia el harapo por la corbata de seda, el
fetichismo de la palabra sin verdad ni libertad.
Acciones de engañar al pueblo con las palabas bonitas,
palabras que cala en la profundidad del propio ser. ¿Quién es un verdadero
político? Buscar y buscar, como la aguja en el pajar, con la lagrima en la
mejilla, la alegría del pobre vísperas de un pesar. Un politiquero queriendo
ser político.
Una verdad ¿Cuándo un político no llega al poder?, se esfuma
el estadista, el constructor de obras, el orador de necesidades, el hombre del
pueblo que recibe el poder por el pueblo. Ejerce la democracia, la libertad del
hombre en pensamiento y verdad, pero no llega al poder.
¿Quién llega al poder? El que se prostituye al poder, vive el
populismo de ofrecer teorías sin haber emprendido en crear valor agregado.
Llevado como almohada los remordimientos sin cambios, de vivir en el concepto
de populismo, de construir puentes en medio de la sequía, donde se ahonda el
hambre y el dolor.
Los medios se ahondan, de empezar la protección de sí mismo,
la unión de la barriada, tomar decisiones sin la seguridad como gobierno.
Mientras que los poderes del estado entran al ring del combate, de interpretar
a la constitución y luego del café terminan y hay un pronunciamiento.
Se pronuncian que haya el ring, porque al final habrá el
ganador. Ganará el hombre del maletín, bautizado porque ofrece cubrir
necesidades de la pobreza del politiquero que en su momento pidió el voto para
representar a la voz que grita por ser escuchada.
Es la pobreza de política, que expresan servicio, pero
ejecutan el encantamiento del poder, cambiando la sabiduría por la viveza
criolla, el momento del caviar, la extravagancia de caer en lo placeres del poder,
la etiqueta, la camisa guayabera, el perfume que irradia ambición de SER YO.
Es la tristeza que haya muerto la educación, el hombre deja
de creer en Dios, la familia se va destruyendo y no hay valores, no hay
integridad, no hay amor al prójimo, no hay el sabor casero con aroma a familia.
Ha muerto la cultura, la identidad. Ha muerto el estadista,
el hombre que puede ver, escuchar. Ha muerto el creyente en Dios, el que sabe
esperar, tiene esperanza.
Con todo el dolor puedo decir “Cuando llegara un político al
poder”