martes, 25 de abril de 2023

 

¿Cuándo un político no llega al poder?

 

El hombre por no tener la verdadera libertad de persona, ser humano, de identidad, tropieza una, dos, tres veces, pero no aprende la experiencia de cada caída. Es lo irrazonable frente al conocimiento, al raciocinio de poder determinar el bien y el mal.

 

La libertad mal enfocada, con conceptos mal fundados, la carencia real de lo vivido para experimentar la esencia de la libertad. Se convierte en maleficios de la razón, para vivir la esclavitud de los propios actos, sin poder tomar una decisión.

 

Esta misma esclavitud te lleva a creer, en falsos líderes, políticos que juegan con la esperanza e ilusiones de una verdad que nunca llegara. Donde nace la demagogia, el ofrecimiento, la charlatanería, para convencer con adjetivos sin conocimiento y educación.

 

La realidad de un pueblo sin norte, sin las ganas de soñar, con la tristeza de no saber elegir a su propio gobernante, el voto de la democracia. “Yo elijo”.

 

El pensamiento que trabaja, el monologo de la razón. ¿Qué miento? ¿Qué ofrezco? Al final del día está ya la mentira, el trabajo para subir a los medios digitales y redes sociales, la solución a los problemas, los cien minutos para arreglar lo no arreglado en años atrás.

 

Los zapatos rojos, dejara la huella, el elegido según su propio razonamiento, la duda deja de ser duda para el pueblo que fue engañado hasta obtener el voto. Se cambia el harapo por la corbata de seda, el fetichismo de la palabra sin verdad ni libertad.

 

Acciones de engañar al pueblo con las palabas bonitas, palabras que cala en la profundidad del propio ser. ¿Quién es un verdadero político? Buscar y buscar, como la aguja en el pajar, con la lagrima en la mejilla, la alegría del pobre vísperas de un pesar. Un politiquero queriendo ser político.

 

Una verdad ¿Cuándo un político no llega al poder?, se esfuma el estadista, el constructor de obras, el orador de necesidades, el hombre del pueblo que recibe el poder por el pueblo. Ejerce la democracia, la libertad del hombre en pensamiento y verdad, pero no llega al poder.

 

¿Quién llega al poder? El que se prostituye al poder, vive el populismo de ofrecer teorías sin haber emprendido en crear valor agregado. Llevado como almohada los remordimientos sin cambios, de vivir en el concepto de populismo, de construir puentes en medio de la sequía, donde se ahonda el hambre y el dolor.

 

Los medios se ahondan, de empezar la protección de sí mismo, la unión de la barriada, tomar decisiones sin la seguridad como gobierno. Mientras que los poderes del estado entran al ring del combate, de interpretar a la constitución y luego del café terminan y hay un pronunciamiento.

 

Se pronuncian que haya el ring, porque al final habrá el ganador. Ganará el hombre del maletín, bautizado porque ofrece cubrir necesidades de la pobreza del politiquero que en su momento pidió el voto para representar a la voz que grita por ser escuchada.

 

Es la pobreza de política, que expresan servicio, pero ejecutan el encantamiento del poder, cambiando la sabiduría por la viveza criolla, el momento del caviar, la extravagancia de caer en lo placeres del poder, la etiqueta, la camisa guayabera, el perfume que irradia ambición de SER YO.

 

Es la tristeza que haya muerto la educación, el hombre deja de creer en Dios, la familia se va destruyendo y no hay valores, no hay integridad, no hay amor al prójimo, no hay el sabor casero con aroma a familia.

 

Ha muerto la cultura, la identidad. Ha muerto el estadista, el hombre que puede ver, escuchar. Ha muerto el creyente en Dios, el que sabe esperar, tiene esperanza.

 

Con todo el dolor puedo decir “Cuando llegara un político al poder”

 

lunes, 17 de abril de 2023

 

Papá puedo portar una arma y chaleco antibalas.

 

Pensamos que las soluciones a los problemas son con respuestas del momento, sin la debida planificación de los resultados que traerían consigo en corto y mediano plazo. Como dice un refrán popular “Es peor el remedio que la enfermedad”.

 

Este refrán se acopla desde el momento que el Señor Presidente autorizó a los civiles la tenencia y porte de armas, como defensa personal, para enfrentar a la delincuencia, narcotráfico y crimen organizado. Palabras textuales del gobierno, la rajada de las vestiduras, como la gran hazaña para desintegrar a la organización delictiva.

 

Palabra suelta, palabra ida, sin la concordancia de un bienestar familiar con la niñez, juventud y pueblo en general de tener la capacidad para discernir con sabiduría en un hecho delictivo de salvar su vida, de actuar en defensa personal, para luego enfrentar la ley.

 

Se presenta la audacia, la terquedad, frente a una decisión, de un pueblo que se encuentra viviendo un nerviosismo, que cualquier individuo que circule por una ciudadela, por un negocio, una institución educativa, es sospechosa de catalogar como un ladrón (palabra popular). Peor aún sí se moviliza en una motocicleta, es comprobar la hipótesis bajo la razón y dar una sentencia que es un delincuente, que está por actuar.   

 

 

Un decreto ejecutivo que lleva al enfrentamiento de la razón, la ira, soberbia, convertirse en juez, la sentencia de muerte. La medición de fuerzas ya con definiciones razonadas del bueno y el malo. Preparados con el nerviosismo de escuchar el pan, pan, pan, olor a pólvora, el trofeo o medalla de uno menos.

 

Un problema serio, con una transcendencia no entendible en el ámbito de la sabiduría, del espíritu de Dios. Se rompe el cordón umbilical entre Dios y familia, donde el hombre se convierte en cazarrecompensas de poder frente a la ley sin Dios, sin conciencia, de convertirse en un Ciudadano exitoso, el ejemplo a seguir.

 

Un decreto que desquebraja a la familia, la enseñanza de valores, honestidad, donde la intimidad e integridad se desvanece en las palabras que el Padre pronuncia sobre amor y fe. La penumbra de entrar al túnel de la ira, la impotencia de dar solución al caos social del hombre sin Dios, ser el propio Dios, la muerte óntica del ser, el hombre sin esperanza.

 

 La misma ceguera no cuantifica la consecuencia que trae consigo de tomar la justicia sin moral, sin la preparación psicológica que al frente se encuentra otra vida humana que no tiene norte, sin sueños, sin esperanza, sin conocer a Dios. La presencia de la muerte tapiñada, engañosa de presentar un abanico de soluciones, verdades de muerte, la manzana apetitosa que se convierte en el grito alarido de miedo y terror.

 

Circunstancias que la familia tiene que enfrentar la guerra sin causa, el poder de un territorio ganado por imponer miedo, al hombre sin el lenguaje de Dios, donde la palabra ha perdido el poder, pasar a la esclavitud de la razón, de buscar quien tiene la razón de portar el arma.

 

El yo en primera persona, que externamente es el hombre intachable, el mismo Dios de su propio ego que es un ladrón de corbata, cuello blanco, el permiso de la burguesía, el privilegio de hurtar como préstamo a los servicios de una cloaca burocracia frente al hombre que ha perdido su dignidad e identidad de persona, que te roba como un medio de subsistencia, profesión de la calle que vence el más fuerte y domina el territorio con el miedo de matar, el disparo que se convierte en Dios, el Dios del terror.

 

La esclavitud del hombre que toca escuchar la melodía, estoy defendiendo a mi familia. “Hijo no te olvides de llevar el chaleco antibalas, el arma ya rastrillada lista para disparar, como tiene el permiso respectivo”. Demuestre quien manda, quien tiene el poder.

 

Como padres tenemos una decisión de enseñar: Inteligencia de hombre o sabiduría de Dios. Nuestros hijos copiaran como patrón el accionar, hechos y lenguaje, lo que se vive en el hogar.

 

Tú decides para hacer frente al decreto del gobierno, de portar un arma como defensa personal.  

domingo, 16 de abril de 2023

 Pascua de Resurrección: Cristo ha Resucitado, verdaderamente ha Resucitado

 

 

La Pascua de Resurrección representa en la vida del hombre:  La muerte del hombre viejo, el nacimiento de un nuevo hombre en Espíritu, donde Dios reconstruye todo nuevo, de curar las heridas de los sufrimientos causados por lo general por la propia razón, en tener la respuesta a toda la vivencia de la vida. Respuesta a la inteligencia como un ego de ser en primera persona, de no cometer errores.

 

Vivir la Pascua de Resurrección, es experimentar la presencia de Dios, la libertad de una esclavitud de los propios razonamientos que no le permiten al hombre ser feliz y se enfrasca en teorías revolucionarias, políticas, de buscar siempre un culpable del porqué de los sufrimientos, perdiendo el valor real de la palabra, para buscar soluciones en base de conceptos de intelectualismo sin el verdadero acoplamiento a la vida real.

 

La libertad del hombre de su propio conocimiento de superioridad, de mirar siempre con un poder de la lógica, la excusa perfecta de justificar los errores o maldad, de imponer como verdad una mentira en base a lo que se vive sin el resplandor del amor, la verdad que no mata, pero te hace libre.

 

Encontrar la libertad de esclavitud heredada y madurada con el tiempo, desde el momento que empieza a saborear la sazón de poder, de superioridad, que no es controlada por la estructura de la familia, porque deja la ventana abierta y se esfume el estado de gracia que tienen los padres

 

Un estado de gracia que otorga Dios a todos los padres sin excepción alguna, que se opaca y pierde la luz el momento que se anulan los valores, desaparece Dios de la vida del Hombre y nace el Dios propio, un egocentrismo, procesando el aprendizaje desde un solo punto cardinal, el punto de vista de mi conveniencia. Se pierde el trasmitir la Fe, la herencia fundamental de sabiduría.

 

La inteligencia artificial que cambia la estructura del orden fundamental de una libertad absoluta para entrar a la esclavitud silenciosamente, por ejemplo: Trabajo, profesionalización, capacitación, viaje, confort, familia, Dios. Lo contrario según la estructura de la sabiduría sería: Dios, familia, trabajo, confort, etc.

 

Estas estructuras son las que generan los enfrentamientos de quien tiene la verdad, el hombre por el hombre, la lucha de clases sociales, el causante de la pobreza personal, como la inteligencia sin educación, que lleva a la prostitución de sus principios y valores como algo normal por obtener un mérito, creando el molde para una secuencia de normalidad.

 

Una normalidad cuya consecuencia la sufren los inocentes que son los hijos que llegan sin pedir, pero con su propio razonamiento que ya no saben que es una Pascua de Resurrección. Donde Dios ha vencido a la muerte y regresa victorioso del infierno.

 

Dios ya no asoma como la fuente de la sabiduría dentro la familia, ha cambiado de dirección. Ahora o nunca, es hora de trabajar, de aprovechar la juventud, la productividad y en la vejes buscare a Dios. Mientras tanto hay que dejar la herencia a los hijos, la responsabilidad al trabajo, de estudiar para ser y ser inteligente.

 

 Vivir la Pascua de Resurrección se ha convertido en la tristeza de quedarse en la muerte, el viernes santo. Pero es algo más trascedente, que la libertad está a la puerta, es morir a la razón para tener una experiencia que Dios es padre y es un Dios de vivos.

 

Cristo ha resucitado, verdaderamente ha resucitado, la expresión que el hombre debe expresar cuando ha descubierto que ha estado ciego, muerto de su ser, con el sufrimiento que cala en su vida, sin entender que en el sufrimiento se lo encuentra a Jesucristo Resucitado.

 

Pero hay una verdad que Dios ha vencido a la muerte, eres libre. Te extiende la mano. Lo aceptas

lunes, 3 de abril de 2023

 

Un domingo de Ramos

 

Hemos vivido un Domingo de Ramos, para unos la rutina de cada año, otros la tradición religiosa y para el resto un domingo más. Pero tiene que ver con la identidad del hombre, la formación como persona, para poder vivir y tomar decisiones, basadas en la sabiduría dentro del entorno familiar como externo.

 

Estamos hablando de la entrada de Jesucristo como Rey a tú vida, la alegría que hay una esperanza al dolor, al sufrimiento, de no poder hacer nada ante la muerte de tú propio ser, que no se puede visualizar la existencialidad de la vida frente a la creación de Dios.

 

Implica la percepción de que tiene los sentidos para hacer un camino dejando huella, mas no caminar por un sendero de lodo, que representa no poder salir de un fracaso, un sufrimiento, quedándose enfrascado en la razón de una inteligencia egoísta sin mirar a Dios.

 

Representa que la razón muere al intelectualismo relativo, al ateísmo social que se queda motivando su propia realidad de un silencio sin palabras y una oscuridad de su propio conocimiento. Esto comprueba que Jesucristo es el Hijo de Dios y llega para calmar las injusticias del hombre hacia el hombre con amor al prójimo.

 

Domingo de Ramos es la alegría, que ha llegado Jesucristo a sanar las heridas, la entrada sencilla, humilde y triunfante, para una sociedad llena de miedos, llena de leyes y moralismo, de juzgar a un inocente que tiene la verdad.

 

La verdad de hombre, que está en la búsqueda tácita, de suposiciones, contextualizaciones del momento. Se encierra en sí mimo y no puede ver ni sentir que la verdad es Jesucristo, el hijo de Dios que entra a tú vida para llenar el vacío del corazón con amor al prójimo. 

 

Amar al prójimo es ver en el otro a Dios, ver y sentir las enfermedades como la gracia de poder dar, de bajar la razón a los pies y ser el inicio de mover la palma de la victoria, reconocer a Jesucristo como el Rey, el verdadero rey, sin idolatrías, aceptando el nuevo faro, el arquitecto de un nuevo camino, el camino de la nueva evangelización, el poder vencer el miedo, a la verdad de evangelizar la libertad, el libre albedrío de profesar la FE, el milagro de un nuevo día.

 

El milagro de palpar la presencia de Dios, el hijo de Dios hecho carne en la razón e inteligencia. La libertad al egoísmo, soberbia, la levadura de matar al prójimo por unas monedas de lujuria al poder. Un domingo de Ramos, de extender la rama de la humildad, de sanar la herida de un poder sin poder, de extender la mano y vivir la dignidad de persona e hijo de Dios.

 

El Domingo de ramos, de recibir al Salvador como el verdadero Rey, el rey de reyes, listos para vivir la Pascua de resurrección, la luz de un nuevo día, la libertad de vencer a la muerte de tú ser, de pasar de una riqueza material a una pobreza de Espíritu.

 

 Sentir la sed de Cristo resucitado, de volver amar, de volver a descubrir el camino de la felicidad en medio del sufrimiento, de levantarse de las adversidades de la vida y dejar huella de Jesucristo, huella de amor al enemigo, huella para que brille el nuevo faro, el timón de cambio de dirección, de cambiar la hoja del nuevo libro, del libro de la vida, la palabra de vida.

 

Un domingo de ramos, para vivir con un nuevo oxígeno, un nuevo esplendor, el amor al prójimo. Simplemente dejar que entre Jesucristo a ser el rey de mi vida.